Putin y la intervención militar como palanca de poder
El ejército de Napoleón y las fuerzas del Tercer Reich aprendieron una dura lección en sus excursiones militares al territorio ruso. Se dice que el que no se toma la molestia de estudiar la historia está condenado a repetirla.
Desde el corazón de una potencia alicaída por maniobras económicas conjuntas occidentales y saudís de control del precio del barril crudo, escuadrones de aviones SU 34, entre otros, se han desplazado hasta el norte de Iraq en la lucha contra el Estado Islámico. Esto es de singular importancia ya que el Pentágono acaba de anunciar el cese de los programas de entrenamiento de fuerzas rebeldes en Siria por motivos de inefectividad. Según informes del senado estadounidense, de los 12,000 combatientes que se tenía programado entrenar, solo 60 completaron el entrenamiento y solo 5 combatieron al IS. En un clásico revés intervencionista, una importante cantidad de armas estadounidenses han sido entregadas al nefasto Estado Islámico por los desertores del programa de entrenamiento.
Los vacíos de poder creados al intervenir en las estructuras políticas del Oriente Medio por fuerzas occidentales han desembocado en verdaderas entropías económicas, políticas y sociales, con daños y perjuicios graves y reales para los ciudadanos de los países intervenidos. Ahora física y moralmente se han convertido en estados de ruina. El saqueo del Museo de Bagdad con las pérdidas incalculables de los tesoros Sumerios y Asirios de la cuna de la civilización humana es un daño colateral para presentes y futuras generaciones.
Rusia, Irán, Iraq y Siria han acordado establecer una base de operaciones en Bagdad para luchar contra el Estado Islámico. Asesores militares de Pekín están de camino a Siria para apoyar a las fuerzas rusas. Se espera que lleguen en las próximas semanas. La presencia conjunta de las dos potencias (China y Rusia) en el Oriente Medio es una pincelada geoestratégica de máxima importancia, marcando un antes y un después en la balanza de poder mundial.
La China actualmente sigue con las pruebas de su vehículo 2 de tecnología hipersónica «Halcón«, capaz de volar a 10 veces más rápido que la velocidad del sonido. Este avanzado avión es ya capaz de penetrar las defensas antimisiles occidentales y tiene una alta capacidad de maniobra, lo cual lo hace difícil de derribar.
Una vez más, cuando todo parecía indicar una derrota casi certera, Rusia saca ánimos desde el mismo corazón del oso y despliega una fuerza militar impresionante. Esperemos, que por el bien de millones de almas inocentes, la coalición de apoyo Sino-Rusa ejecute sus planes de manera coherente y efectiva.