Psicópatas carismáticos

Vi la larga entrevista de una hora en primer time que Josep Cuní hizo en la televisión del grupo Godó a un más que conocido político, y me acordé de lo que un amigo doctor del departamento de pedagogía aplicada de la UAB me había explicado del perfil psicológico de los psicópatas carismáticos.

Se muestran como personas admirables: parecen altruistas, generosos, desprendidos. La realidad es que sólo les importa el provecho que obtienen. Estos personajes son políticos, líderes religiosos o famosos de toda especie y condición, pero que necesitan tener una cohorte alrededor.

Lo que les atrae es el poder. Y saben moverse como pez en el agua gracias a una buena oratoria. Inician proyectos sociales, lideran partidos políticos, abren fundaciones, crean iglesias, aparentan gran sensibilidad social. Aman la patria casi tanto como a los menos favorecidos… Si habláramos de escalas musicales no se contentan con interpretar la escala mayor y menor (tonos y semitonos), sino que se adornan con el canto silabato de la escala pentatónica.

En el cerebro de estas personas el fin justifica los medios. Tienen una capacidad innata para detectar las debilidades ajenas. Persuadir. Captar para su causa a personas bienintencionadas que se dejan embaucar con falsas promesas de un futuro con dificultades, pero infinitamente mejor que el actual. Eso sí, como van de modestos, declaran que el paraíso en la tierra no existe, porque los humanos no somos perfectos. Ni siquiera él.

El psicópata carismático se muestra irresistible. Está en posesión de la verdad. Tienen un egocentrismo tan subido que incluso puede llegar a creerse lo que está diciendo, porque han interiorizado que para persuadir su voz tiene que resonar sincera en la conciencia de quien escucha.

Nunca brindan una amistad verdadera, pero saben encantar como sierpes. Dan la impresión de ser gent com cal, personas nobles y amigables… y eso les permite captar seguidores con su habilidad para comunicarse. Acostumbran a salirse con la suya porque dicen lo correcto en el momento indicado. Parecen generosos y van de humildes; pero no lo son.

Fingen una gran preocupación por los pobres, dicen ser solidarios con sus problemas, pero lo único que les interesa es su ego. Los ciegos los idealizan al punto de creer que son el trasunto de un mesías.

Para los psiquiatras, los psicópatas carismáticos son unas personas muy peligrosas no porque sean unos asesinos, sino porque tienen habilidades naturales para aprovecharse de sus seguidores. Van de oro de ley, pero en realidad sólo son pintura de oro musivo.

Me acordé de estas enseñanzas de la psicología aplicada durante la entrevista que el periodista Josep Cuní le hizo en 8 TV al Molt Honorable Artur Mas.