Nada mejor para luchar contra la crisis social que se manifiesta en la sociedad catalana que aprobando los presupuestos de la Generalitat de Cataluña, que implican mayor dotación económica, más programas sociales, mayor inversión para culminar infraestructuras y ahuyentar la crisis institucional que hubiera supuesto no aprobarlos.
Un presupuesto impulsado por el Gobierno de la Generalitat y pactado en profundidad con el PSC permite observar hasta qué punto es importante el acuerdo entre partidos que se disputan el espacio de la izquierda y la centralidad. Al aprobar los presupuestos, tanto ERC como el PSC se han erigido como espacios políticos capaces de lograr acuerdos de país.
En el caso del PSC, con la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, ha culminado su gran capacidad de articular acuerdos políticos. Ha logrado o ha participado activamente en aprobar los presupuestos de la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona, los Presupuestos Generales del Estado y ahora los del Gobierno de la Generalitat. Nada define mejor la capacidad de un gobierno y su margen para actuar que la aprobación de los presupuestos.
Más allá de su dimensión económica, los presupuestos aprobados contienen ideas de futuro para el país. El acuerdo a favor de impulsar el cuarto cinturón o Ronda del Vallès permite vislumbrar un desarrollo metropolitano más equilibrado, que va desplegando el ideal de Cataluña/ciudad. El acuerdo de la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas también implica definir el futuro del país para mantener vivo el principio basado en potenciar el progreso económico en detrimento de las iniciativas de decrecimiento económico para que el país siga siendo competitivo.
Desde el punto de vista de ERC, que tiene puesto su objetivo en mostrar políticas de carácter social pactadas con los Comunes, entre ellas, extender la bonificación de transporte público durante 2023 y un plan de choque social al que se destinará 555 millones. Estos presupuestos serán aprobados con 72 votos, sumando a tres fuerzas políticas de izquierda, mientras que los anteriores fueron aprobados por ERC, Junts y Comunes con 71 votos mayoritariamente independentistas. La Cataluña social y la Cataluña ciudad como proyecto de País.