Prenatal, en el peor momento de su historia

La crisis no hace distingos e incluso los negocios más sólidos y asentados se tambalean. Esto es cabalmente lo que está ocurriendo en la firma Prenatal, de l’Hospitalet de Llobregat, dedicada a la comercialización de ropa infantil y otros artículos para bebés y madres gestantes.

La casa había sido históricamente una balsa de aceite. Generaba saneados beneficios y entregaba a su accionista italiano crecientes dividendos. Pero la larga etapa de bonanza se truncó en 2008, cuando contabilizó las primeras pérdidas en casi medio siglo, por importe de 9,5 millones de euros. Desde entonces, ya no ha abandonado los números rojos: 20 millones en 2009, 13,7 millones en 2010 y 19 millones en 2011. Los resultados del pasado ejercicio baten todas las marcas anteriores: 23,8 millones de quebranto, y unas ventas disminuidas de 84 a 60 millones. En un lustro de aguda depresión, Prenatal se ha comido todos los excedentes generados a lo largo de su fecunda trayectoria.

Los gestores de la empresa pusieron en marcha en 2012 un expediente de regulación para despedir a 275 de sus 700 empleados, lo que supuso el cierre de 40 de las 92 tiendas que tiene en España.