Post hoc, ergo propter hoc
Si la única oferta de negociación del Gobierno con el principal partido de la oposición era ofrecer algo que sabes que no van a cumplir, es que te están tomando por tonto y quieren faltar al respeto a tus votantes
Esta expresión latina es un tipo de falacia. Viene a decir que si un hecho sucede tras otro, el segundo es consecuencia del primero. La hemos podido escuchar esta pasada semana en el hemiciclo de la carrera de San Jerónimo a cuenta de la convalidación del Real Decreto que contiene las medidas económicas para mitigar los efectos de la guerra de Ucrania.
La verdad es que ha resultado inverosímil comprobar los argumentos con los que se ha intentado convencer a los partidos de la oposición para que convalidaran el decreto. En primer lugar, los días previos han sido un tratado de soberbia, uno más de este gobierno, que se ha relacionado con los partidos de la oposición con displicencia y altanería.
Solo así se entiende que, habiendo recibido bastantes días antes la propuesta del Presidente Feijoo, el Plan en defensa de las familias y de la economía de España, que contiene medidas fiscales, medidas de acompañamiento a empresas y autónomos, medidas de racionalización del gasto público y de apoyo a los sectores más afectados por la crisis y sobre todo a las familias, no hayan ni tan siquiera contestado y que cuando se ha realizado ese contacto únicamente hayan llegado a ofrecer tramitar el Real Decreto como Proyecto de Ley urgente.
El actual listado de proyectos de ley en plazo de enmienda contiene ya 58 proyectos de ley paralizados por el Gobierno en la Mesa del Congreso, estando algunos en esta situación desde el año 2020. Si la única oferta de negociación del Gobierno con el principal partido de la oposición era ofrecer algo que sabes que no van a cumplir, es que te están tomando por tonto y quieren faltar al respeto a tus votantes.
Esta altanería y esta falta de respeto para el principal partido de la oposición que ha mostrado la ministra Montero los días previos a la votación se han palpado también dentro del Hemiciclo y no solo por la anécdota del mitin que el portavoz del PSOE dio en sede parlamentaria, lamentable y que define al personaje.
Parecía que todos los males de este país hubieran venido como consecuencia del voto en contra del Grupo Popular, llegando a anunciar el ministro Bolaños las siete plagas de Egipto si el Partido Popular votaba contra el decreto, porque, post hoc, ergo propter hoc. Para él está clarísimo que cualquier problema no es causa de la incapacidad de este gobierno, sino de que la oposición vota contra sus decretos.
Pero hubo más. Ya habíamos conocido en esta Cámara consecuencias directas de hechos anteriores. Conocimos como se indultaron a presos independentistas a cambio de votos positivos en los Presupuestos Generales del Estado o como se acercaron a otros presos a cambios de otros votos para otros presupuestos.
Esta semana ha habido dos hechos: el anterior es que Batet ha cambiado todas las reglas del juego para conseguir que BILDU, ERC,PNV, CUP y JxC formen parte de la Comisión de secretos oficiales del Congreso que se negaban a convocar hasta este pasado jueves durante más de dos años. El posterior es que gracias a este cambio de posición, gracias a que una condenada por enaltecimiento del terrorismo, diputada de BILDU, esté sentada en la comisión de secretos oficiales, el gobierno sacó adelante su decreto económico.
Este es el resumen de la semana parlamentaria en el Congreso de los Diputados, con un gobierno contra las cuerdas, cuyos socios les abandonan continuamente y les tienen tomada la medida: Saben que Sánchez siempre cede, que vende a quien haga falta a cambio de seguir un tiempo más en la Moncloa. Y como ya saben la horma de su zapato, ya todo les parece poco. Saben que pueden estirar todo lo que necesiten porque estamos en un país en el que el Gobierno no está para trabajar para proteger a las instituciones, si no que son las instituciones las que ponen al servicio para proteger al Gobierno.
Este es el Sanchismo, este es el PSOE al que nadie ya reconoce, carente de valores, de moral, de ética. Este es el partido que vende su alma, su historia y sus muertos por cuatro votos, los votos de la vergüenza y los votos de la ignominia. No sabemos si el PSOE perderá las elecciones por esta traición constante a los españoles, post hoc, ergo propter hoc, pero sabemos que las perderá porque España necesita que las pierda.
