Porta Perales lamenta el final de la reválida y rechaza la escuela «divertida»
El autor de Totalismo defiende que el sistema educativo incluya el valor de la "competitividad"tras la suspensión en el Congreso del calendario de implantación de la Lomce
Miquel Porta Perales, ensayista y columnista, autor de Totalismo (ED Libros) lamenta lo que ha ocurrido esta semana en el Congreso. El pleno de la cámara, por mayoría y en contra del PP, aprobó el martes la tramitación parlamentaria de una proposición legislativa del PSOE para comenzar a tramitar la «suspensión» del calendario de implantación de la Lomce, para sustituirla por otra ley. El Gobierno ha aceptado suspender de forma inmediata las evaluaciones finales, las reválidas, que había rechazado la oposición, y la mayoría de gobiernos autonómicos. Para Porta Perales se trata de un «gran error», y que demuestra que se ha apostado por la escuela «divertida».
Ahora, el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha anunciado que un decreto recogerá esa suspensión, y también los acuerdos a los que se llegue en la reunión de la conferencia sectorial que él mismo tiene previsto presidir el 28 de noviembre con los gobiernos autonómicos.
El autor de Totalismo ha escrito en Economía Digital un artículo demoledor, en el que defiende que el sistema educativo incluya, como uno de sus valores centrales, la competitividad, porque «el alumno se lo encontrará fuera de las aulas».
Escuela divertida
Según Porta Perales, todo empeoró con la aprobación de la Logse, que legalizó «una filosofía educativa que promueve el igualitarismo, reglamenta la promoción automática de curso, reduce los contenidos, adelgaza los exámenes con una evaluación continua de dudosa fiabilidad, fomenta la educación en valores ‘buenistas’ convirtiendo al profesor en una suerte de maestro zen o en un predicador del coaching, relativiza el esfuerzo, relaja la disciplina…» Todo eso ha provocado «fracaso y abandono escolares».
En su libro, Totalismo, Porta Perales incluye esa cuestión como un elemento central que está dañando a la sociedad española. Uno de los capítulos lo titula así: «Incluirás la inteligencia emocional y la educación multicultural en una escuela divertida».
Transmisión de conocimientos
Y asegura que, como un ejemplo, la Agrupació Escolar Catalana (AEC) se promociona con el siguiente decálogo: «Escuelas donde las personas piensan, donde las personas se emocionan, donde las personas se esfuerzan, donde las personas progresan, donde las personas se divierten, donde las personas aprenden, donde las personas son protagonistas, donde las personas crean, se aman, se ayudan». Porta Perales se pregunta si la escuela debe cumplir todas esas funciones y pide que lo esencial figure en el centro de todo, algo que no aparece.
«Discuto una escuela alejada de la vida real en la que, puestos a ‘innovar e incluir’ no se incluya también la transmisión de conocimientos, la disciplina, el orden y –por qué no—la competitividad».
Por ahora, la cosa no va en la línea de Porta Perales, y la falta de apoyos en el Congreso, con el PP en minoría, forzará la elaboración de otra ley educativa, o de una reforma importante de la actual, que contaba con esa reválida al finalizar la ESO.