Porta Perales: »El soberanismo practica el mobbing ideológico»

Teresa Freixes y Xavier Fina debaten con el autor de Totalismo sobre la necesidad de mantener la subjetividad y la ''autodeterminación individual''

Miquel Porta Perales lanza una crítica frontal contra los proyectos que se proponen «la felicidad por decreto», en los que incluye el soberanismo en Cataluña. Lo desgrana con detalle en su libro Totalismo, editado por ED Libros. El filósofo y consultor cultural, Xavier Fina, apoya sus tesis, pero le pide que reflexione sobre «las causas colectivas» que han provocado esas respuestas «totalistas». Porta Perales no quiere entrar. No es, a su juicio, su cometido.

Lo que tiene claro es que la sociedad occidental padece una «pandemia de credulidad», y señala que el soberanismo «practica el mobbing ideológico», y lo que él reivindica es la subjetividad y la «autodeterminación individual», el poder pensar por sí mismo, «sin que otros piensen por ti».

Todo ese debate, con argumentos, referencias a otros autores, como Weber, Kant o Hannah Arendt, se vivió este lunes en el Hotel Alma, en la presentación de Totalismo, el libro de Porta Perales, que contó también con la reflexión de la catedrática de derecho constitucional, Teresa Freixes, y el director editoral de ED Libros, Fèlix Riera, en un acto en el que colaboró el Centro Libre de Arte y Cultura.

Un «mundo encantado»

La idea de Porta Perales es que se ha pasado del «desencanto del mundo», siguiendo a Max Weber, a «un mundo encantado», que, por lo menos en Occidente, se ha dejado seducir por soluciones emocionales y populistas que prometen la felicidad.  Para Teresa Freixes, la aportación de Porta Perales es «pertinente» porque ese Totalismo que denuncia puede ser la antesala «del totalitarismo», con tergiversaciones, en relación al proyecto soberanista en Cataluña, «sobre la historia que se explica, para proyectarla en el futuro», alentada por intelectuales «subvencionados» o por otros que, sencillamente, «se lo han creído y se han entregado a la manipulación».

Con una gran asistencia, en un auditorio del Hotel Alma, Freixes insistió en que se debe superar una situación que está dominada «por las emociones, por la creencia de que dentro de la tribu no tendremos problemas».

Intervención clandestina

Lo que Porta Perales pone en tela de juicio es todo un entramado que va más allá de los proyectos políticos concretos, y que pasa por la venta «de la felicidad por decreto», ya sea a través de programas para «adelgazar, para curarnos, como la homeopatía, por los libros de autoayuda o por apuestas como el pacifismo, o el juvenismo», que practica, en ese caso, a su juicio, Podemos.

Fue Xavier Fina quien provocó la hilaridad del público al señalar que había acudido «clandestinamente» al acto, insistiendo en que él se define como un «catalanista de izquierdas», y que no compartía algunas de las respuestas del libro de Porta Perales, que defiende un liberalismo clásico. «Si eso es así, si has estado a punto de no venir, entonces yo tengo razón», aseguró el autor de Totalismo, en relación a su idea de que se intenta imponer una sola visión de las cosas.

Pero Fina ya había dejado claro que defiende el libro de forma contundente, porque «es moderno, es heredero de la Ilustración, pide pensar por nosotros mismos, y eso es lo que yo defiendo, alguien como yo que le gusta decir que vive en la intemperie, que piensa por sí mismo». Y, además, «está muy bien escrito».

Libertad personal

Esa es la gran reivindicación del libro, para ahuyentar viejos esquemas, viejas ideologías, que, según el editor de ED Libros, Fèlix Riera, «se creían ya desterradas». Ese es el valor de Totalismo, a juicio de Riera, que insistió en que muchos de esos ‘ismos’, como el populismo que amenaza con lograr posiciones importantes en media Europa, «recogen las ruinas de ideologías que se creían superadas».

Totalismo ya se encuentra en las principales librerías. Ha sido elegido entre los 25 mejores ensayos para estas Navidades en el suplemento Culturas de La Vanguardia. Porta Perales ha expuesto los principales argumentos del libro en diferentes entrevistas, con el objetivo de defender la libertad personal, e insistir en la idea de la «subjetividad», por encima de la «persuasión coercitiva».