¿Por qué suben los costes laborales?
La pérdida de competitividad por la subida de los costes laborales y el elevado endeudamiento de la economía española sitúan a nuestro país en un circulo vicioso
La publicación de los datos del INE ha arrojado un incremento del coste laboral por hora trabajada del 3,5% en el cuarto trimestre del año 2020 respecto al mismo período del año anterior. Se trata del crecimiento más alto de los últimos años.
A simple vista estos datos plantean la cuestión ¿cómo es posible un incremento de los costes laborales con una fuerte caída de la actividad en el año 2020? Lo lógico sería pensar que una caída de la actividad debería reflejarse en una caída del empleo y de los costes salariales.
La razón hay que buscarla en la rigidez de la economía española, es decir, en falta de mecanismos para ajustarse a la caída de la actividad. Profundizando en el dato, descomponiendo el coste laboral por hora trabajada entre los salariales y los otros costes laborales (cotizaciones sociales, incapacidad temporal. etc.), los costes salariales han experimentado una subida del 2,8%, la mitad que los otros costes, que se han incrementado un 5,7%.
Lo anterior es debido al coste de la Seguridad Social por horas trabajada. La regulación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) establece diferentes porcentajes de exoneración de las cotizaciones sociales. En otras palabras, los costes no salariales se han visto impulsados por una caída de las horas trabajadas superior a las exoneraciones del pago de cotizaciones sociales.
Las actividades más afectadas por el COVID-19 han experimentado subidas mayores de los costes no salariales (hostelería, 13,5%; actividades artísticas y de entretenimiento, 14,6%; otros servicios 14,9%, y actividades inmobiliarias, 11%).
Asimismo, las actividades más afectadas por el COVID 19, excepto la hostelería, han experimentado una subida de los costes salariales muy superior a la media, debido a una menor reducción de la masa salarial respecto a la bajada de las horas trabajadas.
Las debilidades de la economía española
Este mal dato hay que ponerlo en relación con las dos debilidades de la economía española: el elevado nivel de endeudamiento público y la menor productividad en comparación con la zona euro.
El endeudamiento público se ha situado en el 117% del PIB al finalizar el año 2020. La delicada situación de las finanzas públicas ha hecho recaer sobre las empresas parte de las consecuencias de los ajustes del COVID- 19.
España ha sido uno de los países que menos recursos ha dedicado para ayudar al sector privado por los daños sufridos por la pandemia. El sector privado ha tenido que soportar parte de los costes laborales con una fuerte subida de los costes no salariales por hora de trabajo.
Por otra parte, la subida de los costes laborales para una economía como la española, con una productividad inferior a la de nuestros socios de la zona euro, tendrá consecuencias sobre la competitividad. La productividad en España por hora trabajada fue un 82,5% la de la zona euro en 2019.
La baja productividad es debida en parte a las diferencias en la estructura productiva con un mayor peso en la economía española de sectores con menor productividad como la agricultura, la construcción y los servicios ligados a la distribución, comercio y hostelería, así como a un menor peso de los sectores con mayor productividad, como el sector de la información y comunicación y servicios financieros.
La pérdida de competitividad por la subida de los costes laborales y el elevado endeudamiento de la economía española sitúan a nuestro país en un circulo vicioso y de dependencia de la política monetaria del Banco Central Europeo y de los recursos procedentes de Europa.