¿Por qué el PSC prefería a una independentista en Badalona?

El PSC ha metabolizado el relato separatista y cree, firmemente, que hay partidos catalanes y otros que no lo son

La lista es larga e incluye, entre otros, los gobiernos municipales de Castelldefels, Abrera, la Diputación de Barcelona, el Pont de Suert, Premià de Mar, Lloret de Mar, Vilafranca del Penedès, Sant Cugat, Figueres y Altafulla. Todos ellos son testigos de los acuerdos del PSC con ERC, Junts per Catalunya o ambos a la vez.

Es preciso recordar esto para tener claro que el acuerdo frustrado en Badalona entre socialistas e independentistas no es una excepción, sino una estrategia.

¿Por qué el socialismo que consigue sus mayores apoyos en las zonas menos adictas al independentismo prefiere, en cambio, pactar con estos antes que con el constitucionalismo?

Posiblemente los de Miquel Iceta alegarán que la poca implantación de Cs y PP en el territorio hace inviable cualquier acuerdo con ellos, pero la realidad es que allá donde pueden, como en Castelldefels o Badalona prefieren al independentismo.  

El PSC sin gauche divine

Otro de los motivos que los socialistas pueden alegar es que esos pactos buscan evitar la fuga de votos socialistas hacia ERC que incrementen la cuota de mercado independentista, pero ahí la realidad también es tozuda, dado que Cs, PP y PSC compiten por un mismo espacio electoral, puerta a puerta, voto a voto en el Baix Llobregat, el Valles y otras zonas de Cataluña. Es evidente que cuando el PP o Cs suben, el PSC baja y al contrario.

En muchas ocasiones se ha dicho que hay un divorcio entre los votantes del PSC y sus cuadros dirigentes. Eso, quizás sucedía en el pasado, cuando una elite progre formada por los Nadal, los Maragall, los Clotas, etcétera gobernaban con mano de hierro el PSC. Pero ahora no es así. Marín (L’Hospitalet), Balmón (Cornellá), Ruiz (Viladecans) y Romero (Rubí), por citar algunos alcaldes socialistas, no son esa gauche divine que encabezó el PSC durante el tramo final del siglo XX.

Hay diversos motivos para entender las razones del PSC y solo todas juntas permiten comprender una actitud que genera tanta perplejidad más allá del Ebro y tanta frustración entre los catalanes no independentistas que siempre intentan buscar gestos del PSC que les den tranquilidad.

Esa búsqueda de gestos cariñosos del PSC hacia el votante constitucionalista catalán ha llevado a que el PP en Cataluña haya pagado sus pactos con Pujol y Mas perdiendo decenas de miles de votos y en cambio los socialistas tengan indulgencia absoluta y miles de constitucionalistas los voten olvidando sus continuos devaneos con el independentismo.

El PSC es un partido fundamental para el PSOE: sin un buen resultado del PSC no hay gobierno socialista en España y ahí está la primera y principal de las razones por las que el PSC siempre pacta con el independentismo y nunca con el constitucionalismo. El PP es su archienemigo; recuerden, si no, aquel eslogan de las generales de 2008 “Si tú no vas ellos vuelven” que el PSC usó contra el PP pero que nunca ha empleado contra el independentismo.

La segunda de las razones es porque el PSC ha metabolizado, quizás sin ser consciente de ello o quizás si, el relato separatista y cree, firmemente, que hay partidos catalanes y otros que no lo son. El PP, Cs y ahora Vox no son partidos catalanes, lo dijo Carme Forcadell cuando presidía la ANC y lo cree más de la mitad de Cataluña, PSC incluido.

Para el PSC está claro: pactar con constitucionalista te saca del tablero político establecido en Cataluña. Y el PSC aspira a ser un partido del sistema, que en Cataluña encarnan de forma natural ERC y la nueva CiU y donde los Comunes, la CUP y el PSC están de prestado bajo constante tutela de los guardianes de las esencias patrias que viven dentro de los muros del independentismo político.

¡Hay de aquel que no es señalado como puro y marcado como traidor! Su exclusión de la piña del castell, su caída del palco del Barça, su veto para acceder a la Creu de Sant Jordi que designa a los hijos que siguen la recta vía es un duro castigo.

El culmen del pacto del Tinell

Para los independentistas, el PSC es algo así como lo que era el Partido Agrario para el SED en la antigua RDA. El Pacto del Tinell, que excluía por escrito cualquier pacto con el PP es el culmen de esa política que el PSC, lamentablemente, no ha abandonado.

Esta posición de asimilación político-cultural al nacionalismo no es solo propia de los socialistas catalanes. Los vascos actúan exactamente igual; incluso cuando en 1986 Benegas ganó las elecciones cedió la presidencia al PNV. Luego, Patxi López obtuvo la presidencia con el voto a cambio de nada del PP, al igual que Albiol regaló a cambio de nada la alcaldía al excalde socialista de Badalona (dispuestos a devolverle el favor pactando, como siempre, con el independentismo).

La gran paradoja es que Iceta apela al votante constitucionalista para luego gobernar con el independentismo. Es lo que sucede hoy en la Moncloa y lo que quizás suceda cuando el Tribunal Supremo lo disponga, en Cataluña.

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