Pobre España

Una España mancillada, despreciada y pisoteada por el libertinaje, -negligentemente consentido por quienes tienen la protestad de evitarlo-, el fanatismo radical de un separatismo destructor de las libertades del mayoritario pensar y sentir del conjunto de la sociedad española.

Hemos sido muchas las voces que alertamos en los últimos tiempos de la deriva de los acontecimientos, a la vez que reclamábamos diágolos y soluciones urgentes y contundentes a un problema que se enrocaba con el paso de los meses.

A lo cual, se debe añadir también, que ha sido un problema generado, en origen y en su mayor parte, por el ex presidente del gobierno el José Luis Rodríguez Zapatero, y agrandado hasta la situación actual por la desidia y pasmosa falta de respuesta del actual presidente en funciones, Mariano Rajoy.

Uno y otro han demostrado a nuestra sociedad, como el peor de los ejemplos, su ineficiencia, ineficacia y mal hacer. Lo cual me deriva a manifestar, sin contemplaciones, que en nuestro país faltan estadistas en la  primera línea de la política nacional y sobran vividores y mediocres gestores de lo público, así de claro.

Estos mismos señores acompañados del defenestrado y egocéntrico Artur Mas, se han laminado de un plumazo todo inicio de recuperación económica en nuestro país y el camino hacia la normalización económica y social que deberíamos tener en el presente año.

¿O todavía alguien cree que con desconfianza, enfrentamiento, división, inestabilidad política y rupturismo se va afianzar y consolidar nuestra economía, las inversiones foráneas o la realización de nuevos proyectos empresariales que generen empleo estable y de calidad? Pues no.

A mayores, si este escenario político-social decadente no fuera ya de por sí suficiente gravoso, ahora nos intentan trasladar a nuestra tranquila y querida Galicia el mismo problema vía mareas. Estas mismas formaciones que predican políticas sociales y que la realidad evidencia que únicamente están preocupados de trasladar una consulta separatista a nuestra comunidad, verdaderamente de pena.

De repente ya no importan los problemas que realmente preocupan a la sociedad y que mes a mes refleja el CIS: el desempleo, las corruptelas, la economía o los desahucios.

Ni tampoco que el 58% de las familias gallegas llegue a fin de mes con muchas dificultades. Ya no preocupan estos problemas, ahora solo prima la consulta idependentista como solución a todos los males. Cuanta ceguera política y cuánto resentimiento juntos.

En fin, escuchando hace unos días por boca de una abogada del Estado que Hacienda ya no somos todos, solamente los sufridores de siempre, y con el panorama político actual, sólo puedo exclamar ¡Pobre España!,  quién te ha visto, quién te ve, y quién te verá a este paso.

Pero dicho esto, los que creemos y defendemos la soberanía nacional de España, respetando la lengua, la cultura y las tradiciones de las comunidades históricas, frente a la segregación y ruptura que predica el separatismo, seguiremos luchando por nuestros cristalinos ideales 

Benito Iglesias se secretario de Ciudadanos en Ourense