Del plasma de Rajoy al tele Sánchez 

Todavía nos queda mucho por ver en cuanto a los nuevos “formatos” de comparecencia pública de los presidentes de Gobierno que están por llegar

Hay que reconocer que Mariano Rajoy fue un adelantado a su tiempo en materia de comunicación. Claro que muchas veces tan malo como llegar tarde a todo es ser el primero a la hora de adoptar determinadas medidas.

Ya habrán adivinado que me refiero a la utilización del plasma por parte del último presidente del Gobierno del PP que tanto dio que hablar por comparecer ante la prensa a través de una pantalla y no hacerlo de cuerpo presente: “Rajoy volverá a refugiarse en una tele de plasma para no responder a los periodistas”, decían entonces algunos medios que exigían su presencia y se negaban a cubrir la información si no se podía hacer ninguna pregunta. 

Era evidente que a Mariano Rajoy le incomodaba comparecer ante los medios de comunicación para someterse a todo tipo de preguntas, especialmente las que hacían referencia a los casos de corrupción en los que su partido estaba envuelto en aquella época.

Mariano Rajoy declarará como testigo en el juicio de la Gürtel. Rajoy en una comparecencia ante los medios. EFE/archivo

El plasma fue un alivio para él. Podía soltar su discurso ante la Junta Directiva Nacional del PP sin el incordio de los periodistas, que seguían su intervención en una sala cercana sin otra opción que tomar nota. Se trataba de un “discurso unidireccional”, decían.

Nadie como los políticos a la hora de utilizar eufemismos. El último y más sorprendente fue la respuesta que dio Pedro Sánchez a Alsina el otro día cuando este le preguntó por qué nos ha mentido tantas veces: “Se ha tratado de cambios de posición política”. 

Las apariciones del pontevedrés en el famoso plasma supusieron un antes y un después en la historia reciente del periodismo patrio

Pero a lo que vamos. La cuestión es que las apariciones del pontevedrés en el famoso plasma supusieron un antes y un después en la historia reciente del periodismo patrio. Se le acusó de presumir de transparencia y de dar la cara pero de hacer justo todo lo contrario.

El enfado entre los puristas de la profesión fue mayúsculo. Por aquellos días de septiembre de 2017 algunos llegaron a escribir: “Bien podría Mariano Rajoy y el PP nacional tomar nota de lo que hacen otros partidos. Este mismo lunes Pedro Sánchez preside la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE y posteriormente comparecerá ante los periodistas”. 

Así las cosas, algunos medios se rebelaron contra el líder del PP y se negaron a seguir su juego ante el temor, decían con seriedad, de una deriva que podía llevarnos quién sabe a qué renuncias profesionales, a una limitación del derecho de informar y a otros cataclismos desconocidos hasta entonces.

Ahora, transcurridos unos pocos años, ya lo sabemos, aunque me temo que todavía nos queda mucho por ver en cuanto a los nuevos “formatos” de comparecencia pública de los presidentes de Gobierno que están por llegar.  Por lo pronto aquella pionera aparición de Mariano Rajoy en el plasma se ha quedado poco menos que en un juego de niños comparada con las entrevistas que el propio Pedro Sánchez, convertido en periodista, hace ahora a sus ministros. 

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. EFE/ Julio Muñoz

En el fondo el problema que tuvo Rajoy se reprodujo con más intensidad en Sánchez desde el comienzo de su mandato. El equipo del actual presidente sucumbió pronto a la tentación de eliminar las preguntas de los incómodos periodistas y así, mutatis mutandis, se evita ahora incluso la calle para no tener que enfrentarse a los muchos que están deseando decirle cuatro cosas a Pedro Sánchez.

La transparencia y el dar la cara de los primeros días de Gobierno quedan ya en la hemeroteca de los medios afines, cuya pregunta más comprometida es saber si el presidente lleva calzoncillos slip o boxer. 

La calle le resulta hostil y los periodistas no le preguntan lo que él quiere. Así las cosas al Presidente no le queda otra que montar un plató de tv en la sede del partido, rodeado de unos cuantos afines que aplauden sin doblar el meñique, sin más preguntas que las que él mismo hace de manera retórica y convertido en presentador de televisión con sus ministros como invitados: 

-“¿A que en materia de pensiones vamos a aumentar esto y lo otro y vamos a garantizar un incremento de tal y tal hasta 2040?” 

-“, claro”. 

Los ministros asienten y los militantes que hacen de público aplauden. Y lo que es peor, muchos periodistas compran como información lo que no es más que pura propaganda. Es el modelo Tezanos llevado a Youtube con gráficos, números y escalas. Todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Pero sin que nadie se lo pueda rebatir.  

 Si Mariano lo hubiera sabido…