Pedro Sánchez resucita a Galeuska
Galeuska, el artefacto electoral europeo de los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos, facilitará los presupuestos de Sánchez
Hubo un tiempo –que ha vuelto, porque todo vuelve– que los nacionalistas gallegos, vascos y catalanes formaron un artefacto llamado Galeuska con el que se presentaban a las elecciones europeas. Pues bien, Galeuska va a facilitar a Pedro Sánchez la aprobación de su tan ansiado presupuesto.
La convocatoria concatenada de comicios en País Vasco, Galicia y Cataluña, previsiblemente por este orden, paraliza en la práctica la negociación y abocará a los actores implicados en la aprobación de las cuentas públicas a darse el «sí», porque en ese «sí» estará implícita su supervivencia política y en el «no» estaría el éxito de sus adversarios.
Sánchez es un tipo con suerte. Las concesiones a los vascos, políticos expertos en la negociación frente a la bisoñez de los republicanos catalanes, quedarán apalabradas pero difícilmente ejecutadas antes de las elecciones previstas para el 5 de abril.
La más que previsible victoria, sin gran esfuerzo, del PNV, reforzará al aliado más cómodo de los socialistas frente a Bildu y llevará a la reflexión a ERC de que es mejor pájaro en mano que ciento volando.
En Galicia la posible victoria de Alberto Núñez Feijóo es en gran medida la victoria de Sánchez por aquello de que el presidente de la Xunta y Pablo Casado no son exactamente lo mismo. Además, Sánchez sabe bien que los mismos que dan una victoria arrolladora a su navideño Alcalde de Vigo, Abel Caballero, luego votan por Feijóo.
Pero la convocatoria catalana es la que más favorece a Sánchez. Además las elecciones catalanas serán las más tardías y, aunque el ambiente electoral caldee el mundo político y suba los decibelios declarativos del independentismo, el presidente del Gobierno en la práctica no tendrá interlocutor hasta que Cataluña tenga nuevo gobierno, quién sabe si a finales de junio o más tarde.
Sánchez intentará pagar la factura regalando sus diputados autonómicos para que ERC forme gobierno
Tras su visita a Cataluña, Sánchez transmite voluntad de negociación y, aunque se le pueda acusar de realizar concesiones a todos, en realidad hasta ahora a los vascos les realiza concesiones concretas en materia de Seguridad Social, pero a los republicanos catalanes los engatusa con reuniones y reuniones sin nada tangible.
A pesar de que Quim Torra, tras reunirse con Sánchez, se queje de vaguedad y ERC diga que o autodeterminación o fin de legislatura, el grupo parlamentario republicano, con Gabriel Rufián al frente, votará los presupuestos porque dejar caer al gobierno rompería su estrategia de entrar en el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona y formar gobierno en la Generalitat con socialistas y comunes.
Romper a las primeras de cambio significaría para los republicanos dar la razón a Carles Puigdemont y antes de eso cualquier cicuta es mejor para los de Pere Aragonès.
Lejos quedan los días, que nos ha recordado Puigdemont en su comparecencia telemática de esta semana en la comisión del 155 en el Parlament, en los que él quería convocar elecciones para destensar la situación y desde ERC no le dejaron baja amenaza de tacharle de traidor al procés.
ERC da su visto bueno a los presupuestos y luego Sánchez intentará pagar la factura regalando sus diputados autonómicos a Aragonès para que èste forme gobierno.
Si la aritmética le acompaña habrá conseguido su objetivo sin grandes concesiones al independentismo catalán y habrá ganado dos años de gobierno, que en la España política actual es más que una década.