El rápido avance de la pandemia de coronavirus en España, con la variante delta ganando fuerza, y la estrategia del Govern para avalar los embargos del Tribunal de Cuentas a los políticos catalanes condenados por malversación en la organización del referéndum del 1-O y la propaganda internacional han copado esta nueva entrega de La plaza.
Los contagios de Covid-19 se incrementan a diario y estamos ya en una quinta ola. Ni el buen ritmo de vacunación puede esconder la preocupación de los tertulianos pues la variante delta, protagonista de estos brotes, presenta una mayor resistencia a las vacunas que nos están poniendo.
Juan García, conductor de La plaza, y los contertulios Ismael García Villarejo, Xavier Alegret y Alejandro Ramírez, han coincidido en que la decisión de levantar la obligatoriedad en el uso de las mascarillas en exteriores fue una frivolidad: se llevó a cabo en un Consejo de Ministros extraordinario y contra las recomendaciones internacionales.
En lo que no ha habido unanimidad es si en esa medida es la responsable de los brotes actuales o lo es la apertura del ocio nocturno, que en algunas CCAA, como Cataluña, ya se está cerrando. Tampoco en si los cierres son útiles o si lo son solo si se producen en toda España. Lo que está claro es que está en juego la temporada turística y las cosas no pintan bien, con países como Francia y Alemania recomendando no pisar España.
La jugada de Pere Aragonès y Jaume Giró para avalar los embargos de Artur Mas, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y el resto de políticos condenados por el Tribunal de Cuentas suscita también coincidencia entre los tertulianos: ¿cómo van a pagarse con dinero público unas fianzas de políticos condenados por malversar dinero público? No parece fácil de justificar.
Y los últimos minutos de esta edición de La plaza han tenido otro protagonista: Alberto Garzón. Las palabras del ministro de Consumo incitando a bajar el consumo de carne han suscitado en el podcast la sensación de que este Gobierno quiere meterse hasta en la dieta de los españoles. ¿No tendrá Garzón cosas más importantes que hacer? Puede que no.