Juan García arranca el episodio de esta semana con un dato que le llamó la atención. Social Investor, el portal ESG de finanzas.com, publicó que el mundo debe más de 226 billones de dólares. ¿Se pagarán algún día? Probablemente no; pero sí permiten explicar desde las relaciones internacionales hasta el atino de un presidente en un debate sobre el Estado de la Nación.
La conversación, que para este episodio enrola al director de la revista Inversión, Alejandro Ramírez, y al director de publicaciones de Grupo ED, Ismael García Villarejo, declina en pocos minutos hacia un análisis de las medidas anunciadas por Pedro Sánchez. Triunfó en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, pero fracasó de puertas afuera.
Una encuesta de Sigma Dos sostiene que el 70 por ciento de los españoles creen que sus medidas no servirán para nada. Los anuncios de voz engolada, además, han costado centenares de euros a millones de pequeños ahorradores, que encajaron pérdidas latentes de hasta el 10 por ciento por la reacción alérgica que el presidente del Gobierno creó en los mercados.
Es innegable que Sánchez sí cerró filas en la coalición de gobierno. Hubo ovación de alivio. También es innegable que las tradiciones se cumplen. Así que, siguiendo su estela, las alegrías le han durado poco. Se otea un frente inesperado: el de Carles Puigdemont y el de otros casos judiciales como los que reclaman a Laura Borràs.
Tras el varapalo de la justicia europea a las tesis de Bélgica sobre la extradición a España de Puigdemont, las consecuencias de que el político fugado acabe sentado frente al juez Llarena son lo último que busca Sánchez. Aunque sin quererlo, traer de vuelta a España a Puigdemont puede acabar siendo la única promesa electoral que cumpla el actual inquilino monclovita.
