Pedro Sánchez es mejor que Grenouille: las seis claves de la remodelación
El presidente del Gobierno entiende la política como algo intuitivo y sabía desde su naufragio en Madrid que tenía que dar un volantazo
Quizás es excesivo afirmar que la rueda de prensa de Isabel Díaz Ayuso posterior a su visita a la Moncloa acelero la crisis de Gobierno, pero es un hecho que Pedro Sánchez es mejor que Grenouille y que entiende la política como algo intuitivo, al igual que el protagonista de El perfume, la magnífica novela de Patrick Süskind percibía el mundo a través del olfato.
Pedro Sánchez sabía desde su naufragio en Madrid que tenía que dar un volantazo. Las encuestas mostraban dos datos: uno reversible, dada la lejanía de las elecciones, es la ventaja del PP, y el otro más preocupante es la desafección de sus votantes y una mejor valoración de su labor de gobierno por parte de los votantes de Podemos que de sus propios votantes.
La intensa campaña para vender las virtudes reconciliatorias de los indultos habían conseguido convencer a una pequeña parte de la sociedad pero ni muchos menos suficiente para los intereses de Sánchez. Así las cosas la remodelación de Gobierno, que al final ha sido una auto enmienda a la totalidad, era inevitable y cada vez más urgente.
Seis claves resumen la remodelación: Cataluña, las elecciones municipales, Europa, aviso interno a navegantes, menospreciar a Podemos y soltar lastre.
Cataluña
Cataluña es un dolor de cabeza creciente para Sánchez, toda una migraña. La sensación de que se ha rendido frente al independentismo solo a cambio de permanecer en el poder ha calado en la opinión pública y era preciso revertir esta imagen, para eso ha destituido al Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, algo inaudito a los pocos días de haber sido figura clave en los polémicos indultos.
El tema catalán es nuclear en la remodelación de Gobierno y, por lo tanto, Sánchez filtro primero que Iceta apuntaba a una vicepresidencia para luego dejarle sin ella. Para Iceta es lucro cesante y para Sánchez la posibilidad de filtrar que el tema catalán no es el centro de su política.
La sensación de que Sánchez se ha rendido al independentismo ha calado en la opinión pública; para revertir esta imagen, ha destituido al Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo
Además hace pocos días Illa y Aragonès habían pactado la discrepancia de que los socialistas catalanes recurrirán la creación del fondo para pagar las multas del Tribunal de Cuentas y otorgar la cartera de Transportes a la hasta ahora Alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez.
Eso reafirma la apuesta de Pedro Sánchez de que de lo que hay que hablar en la mesa de negociación con los independentistas cuando se reúna en septiembre es de financiación, infraestructuras como el Corredor Mediterráneo y en general de las cosas de comer.
Las elecciones municipales
La segunda clave es las elecciones municipales que se celebrarán en mayo de 2023, a medio año vista de las generales previstas para finales del 2023 o primeros del 2024. Promocionando al consejo de Ministros a la Alcaldesa de Gandía, Diana Morant, la Delegada del gobierno en Aragón -que fue candidata a la Alcaldía de Zaragoza-, Pilar Alegría, y a la Alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, busca convertir las municipales en unas primeras que sean la antesala de una nueva victoria de su proyecto político.
Sánchez sabe que las municipales históricamente han anticipado grandes cambios en la política española, más allá de las municipales de 1931 que dieron pie a la II República, las del 79 anticiparon la gran victoria de Felipe González en 1982, las de 1995 la de José María Aznar en 1996 y en de 2019 fueron el preludio de sus propias dificultades para formar gobierno en noviembre de ese mismo año.
Europa
La tercera clave es el ascenso de Nadia Calviño a la VicePresidencia primera, la desaparición de una de las vicepresidencias y la invisibilidad de la vicepresidencia ecológica de Teresa Ribera deja las vicepresidencias en dos y con las espaldas en alto entre Yolanda Díaz y Nadia Calviño, pero con esta última reforzada para poder negociar con Europa la llegada de fondos Next Generation y quitar cualquier obstáculo u objeción que pudiera tener Bruselas ante un Gobierno español excesivamente escorado a la izquierda.
Aviso a navegantes en el PSOE
La cuarta clave es de partido: la discrepancia no se admite, el sanchismo es como el reinado de Luis XVI, absolutismo en estado puro. El éxito de la operación andaluza en la que el Alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha derrotado a Susana Díaz y se ha puesto al servicio de Pedro Sánchez al poderoso PSOE andaluz ha animado al líder del socialista a buscar contrapoderes que sean advertencias para sus críticos internos en Castilla La Mancha y Aragón.
En el PSOE, la discrepancia no se admite, el ‘sanchismo’ es como el reinado de Luis XVI, absolutismo en estado puro
En excesivas ocasiones, para el gusto de Sánchez, García Page y Lambán han discrepado de la línea oficial del sanchismo y es preciso hacerles sentir el aliento de la oposición interna en el cogote y la posibilidad de ser removidos del cargo como lo ha sido la sultana andaluza, Susana Díaz. Si Page y Lambán tiene que poner el retrovisor para ocuparse de su frente interno dejarán de ocuparse otros asuntos fuera de su Comunidad, o como mínimo eso cree el Presidente del Gobierno.
Menosprecio a Podemos
La penúltima clave es Podemos. Hacer cambios solo en la bancada socialista es un regalo envenenado para Ione Belarra. En política, peor que la corrupción, el error o la disputa interna es la irrelevancia.
Sánchez lleva a cabo todo un terremoto y al no cambiar ningún ministro podemita, algunos de ellos insostenibles en el Gobierno como Garzón y Castells, pone de manifiesto el papel menguante de Podemos. Los morados no tienen más remedio que seguir remando a la marcha que indique Pedro Sánchez dado que cualquier otra opción significa para ellos la perdida del poder.
Sánchez suelta lastre
La última clave es personal, Pedro Sánchez elimina a personas próximas a él en lo personal como Ábalos, Calvo o Redondo -que prometió hace pocas semanas lanzarse por un barranco si Sánchez se lo pedía- que son responsables de movidas políticas de primera magnitud que han desgastado su Gobierno como el Delcygate, la incapacidad de aunar criterios dentro del Gabinete entre el PSOE y Podemos y el fracaso de la operación de salón de las mociones de censura en cadena en Murcia, Madrid y Castilla – León. Tras indultar a los condenados por sedición, Sánchez se autoindulta y señala como culpables a los que muestra la puerta de salida.
Pedro Sánchez con este terremoto muestra, una vez más su carácter implacable, su olfato de Grenouille, la liquidez de sus principios que si los tiene están al servicio de su estrategia, y su inquebrantable disposición a mantenerse en el poder hasta el último día de la legislatura e intentar renovar cuatro años más. Ahora le toca mover ficha a Pablo Casado.