Pedro Sánchez deroga el delito de sedición para ganar votos en Cataluña 

Solo el 13% de los catalanes están interesados en el Procès, así que bajarse los pantalones ante ERC le sale casi gratis al Presidente del Gobierno

Siempre que se publica una encuesta solemos quedarnos en lo más llamativo: la intención de voto, pero un trabajo demoscópico ofrece muchos más datos. Esta semana el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS de la Generalitat de Catalunya, publico su encuesta trimestral en la que más allá de predecir la victoria del PSC o la caída de Junts ofrece muchos datos sobre las opiniones de los catalanes. Son datos que pueden permitirnos analizar porque Pedro Sánchez se atreve a ceder ante ERC y a reformar el delito de sedición.  

Un primer dato llamativo es que según el CEO los votantes del PSC sienten una cierta simpatía por Junqueras al que puntúan con un 5 pero, en cambio, los de ERC no aprueban al líder socialista, Salvador Illa, al que suspenden con un 4,4. Esta valoración nos permite pensar que el PSOE cree que acercarse al independentismo les da centralidad política en Cataluña.  

Otra razón por la cual Sánchez se atreve con la sedición es que la principal preocupación de los catalanes no es la independencia sino la marcha de la economía seguida muy de cerca por la insatisfacción por la política ambas con un 18%. La relación Cataluña-España es el tercer tema de interés de la población catalana con un 10%.  

El secretario general del PSOE y presidente del Ejecutivo central, Pedro Sánchez.EFE/Miguel Ángel Molina

El paro y la precariedad laboral, temas muy parecidos a la economía que por algún misterio o intento de manipulación para que la preocupación por la economía no aparezca como un tema capital se pregunta por separado es el cuarto tema con un 9%, si se preguntara con la economía en global supondría de largo la principal preocupación con un 27% de respuestas.  

La inseguridad ciudadana es la principal preocupación para un 6% de los catalanes y la sanidad y políticas sociales suponen un 6% en cada caso. La inmigración y la fiscalidad solo preocupan a un 3% y la identidad catalana y el déficit fiscal a un irrelevante 1%. En definitiva solo el 13% de los catalanes están interesados en el Procès, así que bajarse los pantalones ante ERC le sale casi gratis al Presidente del Gobierno.   

Redundando en la idea de que Sánchez cree que puede reformar la sedición sin que eso tenga coste electoral alguno para él en Cataluña, según el CEO, desde Julio del ’19 el no a la independencia supera al si de forma ininterrumpida. La diferencia a día de hoy a pesar de la activa e incansable campaña desde la administración y los medios de comunicación públicos y los subvencionados está en 8 puntos, 50% a 42%, a favor de la permanencia de Cataluña en España.  

Es más, la preferencia por un estado independiente toca su suelo en la serie histórica desde 2014 con un 34%, también toca suelo con un 20%, la propuesta socialista de una España federal mientras alcanza su cota máxima la preferencia porque Cataluña sea una región de España, opción elegida por el 8% de los catalanes. El 30% están satisfechos con el actual modelo autonómico.  

Las posiciones de los votantes independentistas ante la independencia son muy distintas en función del partido que afirman votar. Solo el 11% de los votantes de ERC quieren la independencia unilateral frente al 43% de los de Junts. En ambos casos es minoritaria la voluntad de los votantes de los partidos separatistas de repetir la aventura de 2017. Ante este dato Sánchez puede tener la tentación de presentarse ante el electorado catalán como el político que ha hecho todo lo posible para evitar un nuevo camino hacía la unilateralidad.    

Sánchez puede reformar la sedición e incluso ganarse el favor de votantes de sus adversarios dado que el 51% de los votantes del PP en Cataluña, el 54% de los Vox y el 40% de los de Cs están a favor de pactar una solución a lo que le encuesta llama “el conflicto”. El dato es muy llamativo en el caso de los votantes del PP ya que son 18 puntos más que el de los votantes populares favorables al mantenimiento de la unidad nacional sin más.  

Sánchez ha demostrado que es un hombre de principios en permanente subasta y sus decisiones se basan en su intuición política o los datos que le presentan, en este caso ha errado, la historia demuestra que ante cualquier claudicación del estado de derecho frente al nacionalismo este reacciona con mayor virulencia y más envalentonado.  

Sánchez ha dado un paso de gigante hacia una nueva declaración de independencia pero a él que más le da, en sus cálculos cuando eso suceda él ya estaré lejos de España dirigiendo algún organismo internacional.