Patxi López elige el maratón, Díaz se reserva para el sprint
Patxi López ha precipitado el anuncio de su candidatura a las primarias del PSOE para cerrar el camino de Pedro Sánchez. Piensa el socialista vasco que al exsecretario general del PSOE no le quedará más remedio que apoyar su candidatura para cerrar el paso a Susana Díaz. Ha invitado a Pedro Sánchez para que se incorpore a su candidatura.
Durante las últimas semanas, ante la indecisión de Pedro Sánchez, López ha estado trabajando los apoyos más importantes que tenía el exsecretario general, para dejarle sin hierba debajo de los pies. Óscar López y Rodolfo Ares forman la guardia pretoriana de este proyecto. Y cuenta con Idoia Mendía, secretaria general de los socialistas vascos y con la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
En realidad, ahora mismo, Sánchez se ha quedado únicamente con los apoyos de las independientes Zaida Cantera y Margarita Robles, que no cuentan con gran predicamento dentro del partido socialista. El líder vasco guardó silencio hasta el final del Comité Federal del pasado domingo, cuando llamó al secretario de la gestora, Javier Fernández y a los dirigentes regionales del partido para comunicarles su decisión.
¿Qué posibilidades tiene el socialista vasco? En principio con el del PSE, cuya secretaria general ha abandonado a Sánchez para apostar por López. Pero no se puede olvidar que Eduardo Madina tiene ascendiente entre los militantes del socialismo vasco. Y desde luego es uno de los pilares de apoyo a Susana Díaz. Este factor deja la incógnita de cómo será el comportamiento de la militancia socialista vasca en una votación de primarias.
Teniendo en cuenta la densidad de la militancia socialista por regiones, Cataluña es una pieza fundamental en las aspiraciones de Sánchez. Aunque no hay datos confirmados del censo del PSC, se calcula que podría tener alrededor de dieciocho mil militantes.
Miquel Iceta ha prometido neutralidad del PSC en las primarias. Pero, ¿qué significa exactamente eso? Que la dirección del PSC no hará campaña pública por ningún candidato. No es mucho.
Está en juego la participación del partido socialista catalán en las primarias y en el congreso. Asunto que tendrá que decidir el próximo Comité Federal del PSOE con los resultados de la comisión de la Gestora que está negociando el marco de las relaciones institucionales entre el PSC y el PSOE.
Hay dos posiciones enfrentadas.
Muchos dirigentes y cuadros del PSOE consideran que los socialistas catalanes no debieran participar en el proceso congresual y de primarias del PSOE, en justa reciprocidad a que no tienen voz ni voto en los órganos de dirección del partido catalán
En vista de la rebelión del PSC en la votación de investidura de Mariano Rajo, se preguntan qué sentido tienen que pidan ahora participar en la elección de un líder y de una dirección a la que no se quieren someter.
¿Está dispuesto el PSC a suscribir un compromiso de que va a respetar y acatar las resoluciones de los órganos democráticos de dirección del PSOE? No parece probable.
Sin embargo, los socialistas catalanes quieren participar en las primarias y en el congreso del PSOE como si no hubiera pasado nada. Además, sentencian que en caso de que no se les permitiera, lo considerarían una arbitrariedad y una maniobra para favorecer a Susana Díaz.
En el resto de comunidades, a excepción de Baleares, cuya secretaria general, Francina Armengol, se ha decantado claramente por Patxi López, la más importante. El País Valenciano, se encuentra dividido. El secretario general, Ximo Puig, es defensor de Susana Díaz y los partidarios que todavía tiene Pedro Sánchez están aglutinados en torno a José Luis Ábalos, ex militante del Partido Comunista y actual secretario general de la agrupación de Valencia.
Hay comunidades con baja densidad de afiliación que también están divididas, como es Asturias y Castilla-León. Susana contaría con Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura.
Sin embargo, ha sido un nítido defensor del «no es no», hasta el punto de que ha vuelto a declarar que fue un error facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Él es uno de los que aconsejó a Pedro Sánchez que dimitiera del Congreso de los Diputados para ser coherente con su posición contra la investidura de Mariano Rajoy, para no romper su disciplina de partido, en su condición de exsecretario general, y votar de acuerdo con sus convicciones.
Hay quien piensa que el consejo de López a Sánchez estaba envenenado. Buscaba sacarle del foco del Congreso de los Diputados del que sin embargo él sigue disfrutando.
A López no se le conoce ningún proyecto para el PSOE. Ambigüedades sobre una posición de izquierda enfrentada al PP, lo que no deja de ser una extensión diluida del «no es no». Y todavía a día de hoy no ha explicado los beneficios que hubieran reportado al país y a su partido unas terceras elecciones con un PP en el gobierno, pero más apoyo en el congreso.
Con tan poco bagaje intelectual, con el añadido del derecho a la diferencia para Euskadi y Cataluña, va a tener que sostener una campaña maratón de cuatro meses.
¿Aguantará el político vasco sin desfondarse? ¿Tendrá más gasolina su coche que la que ha tenido el de Pedro Sánchez?
Los planes de Susana Díaz, en cambio, apuntan al sprint. En las próximas semanas asistirá a actos del partido en distintos lugares de España, pero todavía no en condición expresa de candidata.
Apurará los tiempos sin necesidad de tener que contrastar con otro candidato, dejando a López con la palabra en la boca. Se presentará como líder, pero sin ser oficialmente candidata, lo que aplaza la presión de una confrontación con López.
Por delante tiene que despejar si aspira a seguir siendo presidenta de la Junta de Andalucía o tiene que optar por un relevo.
Y al mismo tiempo, tiene que preparar la sucesión en la secretaría general del PSOE andaluz. Da la impresión de que la dirigente andaluza va a dejar que Patxi López actué de liebre hasta que se agote, para aparecer en el último tramo y hacer los cien metros lisos.
En los próximos días conoceremos si finalmente Pedro Sánchez se apunta a la carrera. O incluso si aparecen otros candidatos.
Lo positivo de todo esto es que está garantizado, al menos de momento, que haya primarias. Tal y como están las cosas, es la mejor solución porque en la cultura del PSOE, quien pierda tiene que apoyar a quien gane.