En medio de la pasada campaña electoral el coordinador para Política Local y Autonómica del Partido Popular (PP), Juan Manuel Moreno señaló en una entrevista en RTVE: “Nosotros lo que queremos en los primeros cien días es sacar una Ley de Emprendedores para mimar a la pequeña y mediana empresa, con un solo objetivo: que creen empleo. Y para ello vamos a quitar presión fiscal (sic)”.
Unos meses antes era el propio presidente Mariano Rajoy, en la toma de posesión del Presidente de las Baleares, quien indicaba “si el PP gobierna, la primera medida será una ley de emprendedores” (sic aquí también). Recordemos que esa no ha sido la primera medida del Presidente, sino justo la contraria, es decir, subir impuestos, presión fiscal que diría el coordinador Moreno.
Pero no vamos a ser negativos. Si hacemos caso, por una vez, al coordinador Moreno todavía quedan unos 60 días para que esa Ley necesaria para el país vea la luz. No debemos olvidar que no es cosa solo del PP. Sí retrocedemos unos meses todos podremos recordar como la palabra emprendedor salía de la boca de todos los candidatos. Los mimos orales hacia ese “supuesto” grupo homogéneo eran continuados.
Pero los tiempos duros obligan a movimientos ágiles y contundentes. La paciencia repasa los anuncios. Por lo que estos días ya oía críticas, desde diversos sectores, donde se indicaba que era imposible que un Gobierno repleto de opositores tuviera la inteligencia emocional para redactar una Ley del Emprendedor satisfactoria. He repasado cada uno de los miembros del Gobierno, y salvo error u omisión, no he visto ningún perfil de emprendedor en esa lista. Y me preguntaba, ¿es eso un problema?. Pero antes de responder me preguntaba ¿qué es un emprendedor en este país?.
Me he sentado en mi sofá y he hecho algo tan básico como poner esa palabra tan en boga en Google. Por cierto un experimento que todos pueden hacer. Les reconozco que no me sorprendió que en las primeras opciones aparezcan desde webs de premios, a servicios bancarios, a instituciones públicas e incluso un máster que se llama curiosamente Master in Business Entrepreneurship, así en inglés, que supongo queda más “guay”.
Una primera conclusión para un extraterrestre que aterrice en España y entre en google es que para emprender en este país hay que presentarse a premios, visitar bancos e instituciones públicas, y como no pasar por caja para pagar un máster donde te deben enseñar que debes hacer. Supongo mientras se hace eso papá, el Estado o directamente el que nos ha creado, nos va pagando el día a día. Sin lugar a dudas un mal modelo cuando no todos tienen un papá para pagarlo.
Estaba desencantado pero pensé “quizás google.es me engaña”. Y todo lo que se hace ver como emprender no es más que “gente que esta encantada de haberse conocido”, y como me decían vía Twitter hace unos días gente de “vino y rosas”. Gente que se ha montado un chiringuito con el fin de obtener un dinero, y donde prevalecen más los másters, que las realidades. Que ganan más por negocios paralelos que por su negocio, y que acaban siendo más famosos por otras actividades que por crear riqueza. No citaremos nombres, aunque muchos pueden venir a la cabeza, sobretodo en áreas como Internet.
Es triste, pero que nadie se engañe la realidad es que en este país emprenden más los chinos o los paquistaníes, que los españoles. Estos entre la cola de la consejería de turno, la cola escuchando al asesor bancario de papá, las preparaciones de los concursos para tener un premio, las clases de los másters, la preparación de los business plans prediciendo el break even (recordemos que queda más guay en inglés), las conferencias de las copas e Internet networking, se olvidan que emprender tiene como base generar riqueza, vender y superar dificultades. Pero claro, eso no es tan guay como decir, “Oye soy emprendedor”
Que nadie dude que quizás Mariano Rajoy tardará los 100 días en hacer su Ley, pero debe pensar muy bien a que colectivo debe enfocarla. Y teniendo en cuenta que no saben lo que es emprender, deben estar bien atentos a quién escuchan. Por desgracia en este país no todos los emprendedores se han podido permitir másters en Estados Unidos (EEUU), hablar inglés con facilidad, o tener recursos para jugar un par de años. Y por desgracia, algunos son los considerados referentes de emprender, curiosamente en el área tecnológica.
Vamos pues a recomendar algo al presidente Mariano Rajoy. De paso sale a la calle que tanto estar encerrado le dará claustrofobia. Pues nada Mariano, paséate por un barrio del centro de Barcelona o Madrid, y preguntale a un paquistaní que necesita. Llama a Amancio Ortega o hasta a Jose Manuel Lara, que aunque sean de otras épocas saben muy bien que es emprender. Ahora necesitamos gente normal que haya logrado emprender en situaciones adversas. La gente con recursos siempre ha existido, y no debe ser el destino de la política de emprendimiento. Y no me equivoco al citar a Lara, por que una cosa es lo que recogió y otra lo que ha creado. Quién conozca bien el mundo editorial sabrá el mérito que tiene.
Pero volvamos a Internet, lugar donde más mal se usa el concepto de emprender. Simplemente veamos los perfiles de los creadores de empresas en EEUU y aquí. No hay que ser un lince para detectar que uno es un país de oportunidades, y el otro un país de afortunados. Esta claro que no somos un país donde se fomente emprender, pero tampoco deberíamos ser un país donde se fomente el mal emprender. Políticos y asesores deben saber que emprender no requiere de másters, ni administraciones, ni bancos. Simplemente de ideas, valentía, tiempo y saber algo tan básico como crear valor añadido. ¡Y eso es invertir en educación y valores!
Repito lo dicho anteriormente muchos de los perfiles de los denominados emprendedores que van paseando por este país están sobretodo encantados de haberse conocido. Están más preparados para hablar sobre emprender que de emprender realmente, y ese modelo no debe ser el que levante el país. Repasemos las empresas de muchos de ellos, y fuera de levantar dinero, fin por cierto no necesario de un emprendedor, la riqueza distribuida es menor que un comercio de barrio de toda la vida.
Presidente Rajoy creemos una Ley para ayudar al frutero de la esquina, al paquistaní que abre muchas horas, al joven que tiene una idea y no tiene recursos, a aquel que internacionaliza su valor añadido. A todos aquellos que se arriesgan para crear una riqueza diaria. Pero para escucharlos baje a la calle, y huya de aquellos que han hecho su vida de decirse emprendedores, que se hacen famosos por decir qué hacer en vez de ganar dinero haciéndolo, o que se preocupan más de ser públicos con otras actividades.
Volviendo a la pregunta inicial si era un problema que ningún miembro del Gobierno haya sido emprendedor para hacer una Ley de Emprendedores. Mi respuesta es que emprender no es algo alieno a lo que se ha hecho aquí durante miles de años. Nadie duda además que en estos momentos, sobre todo, hacen falta más emprendedores, pero no gente que se haga llamar emprendedor. Gran diferencia que si entienden los redactores de la Ley será suficiente como punto de partida. Tienen 60 días para ello.