Oriol Junqueras y Air China
ERC hace campaña europea con un mapa dels Països Catalans, mientras que Air China inaugura sus vuelos entre Barcelona y Pekín. Así Barcelona queda a unas trece horas de Pekín. Por lo menos, habrá más turistas chinos que inicien su tour europeo en la Sagrada Familia.
A primera vista, y puesto que las elecciones son al Parlamento Europeo, se diría que el peso de la Unión Europea en el mundo –y de España como país miembro– merece cierta prioridad en la campaña. Y gran parte de la cuestión estriba en cómo contrarrestar el empuje que Asia representa en este nuevo siglo.
La crisis de Ucrania es de gravedad y de mucha complicación. Genera impaciencia que la Unión Europea no consiga hablar con una sola voz para pararle los pies a Putin. Pero al mismo tiempo, Asia está entrando en un escenario de tensiones, como ha constatado Barack Obama en su reciente viaje.
Por ejemplo: el año pasado, China pasó a ser el cuarto exportador mundial de armas en el mundo, tan solo por detrás de los Estados Unidos, Rusia y Alemania. También Corea del Sur exporta armamento por importes muy significativos. Vietnam y Filipinas compran.
Y ahora es Japón. Sobre todo en el campo de la electrónica armamentística, entra sustancialmente en el mercado mundial de armas –según Bloomberg— después de una larga temporada de abstenerse en la exportación de armamento entre otras cosas, como efecto de la Segunda Guerra Mundial.
No es una coincidencia que al mismo tiempo que China y Japón invierten en poder naval, toda Europa reduzca sus presupuestos de defensa y, dicho brevemente, se desmilitarice. Europa opta por la norma frente a la fuerza, pero no deja de ser un experimento desear tener peso en el mundo sin capacidad de fuerza. Así lo entienden China y Japón cuando incrementan sus flotas de submarinos.
Replegándose de Europa, los Estados Unidos tampoco son ya el perímetro defensivo de Japón, a la vez que se hacen más evidentes las tensiones chino-japonesas. Tampoco la India se siente segura y, siendo ya un mercado muy importante para la industria de defensa –de acuerdo con el análisis de Bloomberg–, tal vez se convierta en cliente destacado de Japón.
Mientras el independentismo catalán se nutre –entre otras cosas– de anacronismos aparatosos, estamos viendo aparecer nuevas formas de equilibrio y desequilibrio mundial. Obama ha iniciado el reequilibrio estratégico de los Estados Unidos, con mucha atención a la nueva Asia.
La Unión Europea, aunque lo haga de forma lenta, muy lenta, va también a redefinirse estratégicamente. No está de más prestar atención, siempre y cuando uno quiera seguir formando parte de la integración europea.