No es normal, Artur Mas

Tarde lluviosa. Sentado en el sofá, unas patatas fritas y una cerveza de marca desconocida. Conecto la televisión para ver en directo la conferencia de Artur Mas. Escucho en la televisión pública catalana –en el sentido de pagarla todos, aunque no de ser representativa de todos– que es un acto con invitación exclusiva. Para variar, ciertos actos del President son siempre a puerta cerrada, entre amigos, entre aplausos, en su mundo. Un buen síntoma de su camino a Ítaca. Un viaje sólo para los suyos.

Baja la escalera en plan estrella de Hollywood. Y como no, entre aplausos. Un escenario pensado, claro, cálido. No en vano aunque diga que habla a nivel personal, habla en nombre de los suyos. Y tras divagar y divagar llega el mensaje: ¿elecciones sin elecciones? ¿cómo era aquello? ¿derecho a decidir sin decidir?

Artur Mas, para variar, sigue con su continuo baile de confusión. Siempre pasando las castañas a otros, antes a Madrid y ahora a Junqueras, a quien de nuevo pone bajo los caballos. Artur Mas es el rey de la confusión y de la cobardía. Tan poco carácter tiene para convocar unas elecciones con su partido pidiendo independencia, que se envuelve en una dialéctica sorprendente. Y Junqueras, ese campo arrasado por Atila, aún piensa por qué ha ido.

Habrá muchas interpretaciones los próximos días. Pero una frase de Artur Mas ha sido repetida insistentemente y ha quedado clara: “no es normal”. Porque la verdad  es que no es normal que con los números actuales plantee lo que plantea. Recordemos que se trata de un 29% de participación, contra un 85% en Croacia. Pero lo que de verdad no es normal es que no explique qué hará si su propuesta sideral no funciona. ¿Dimitirá al día siguiente ¿dejará la política? ¿vivirá del trabajo en vez de lo público? 

Me hubiera gustado, por una vez en su vida, oir a este President explicar algo para todos. Pero ni en esta ocasión ha explicado más que lo que su 29% fiel de corps quiere escuchar. Ni en eso es honrado. Nada se ha oido si no funciona su plan. Entendemos pues, ¿que pide a Carme Forcadell que se presente como candidata a presidenta del Gobierno? O sea a alguien, ¿que solo ha medrado en la baja política? ¿de las subvenciones? Alguien que negaba ser de un partido, cuando fue hasta regidora.

Sinceramente, la historia juzgará estos momentos de delirio. Cataluña es lo que es gracias a su gente, jamás gracias a sus líderes. Y ha quedado claro en esta ocasión que no es normal tener un President con una visión tan reducida del mundo. Un President que es incapaz de ver más allá de su despacho. Un inepto con todas las letras.

Eso sí, reconozco que me gusta una cosa. Sea como sea, y si se ponen de acuerdo –cosa que dudo–, al final podremos votar de una vez seriamente. Artur Mas, el personaje que perdió docenas de diputados, y volverá a perder docenas más, deberá darse cuenta de que eso sí que no es normal. President, lo que no es normal es proponer según qué cosas cuando estas camino de perder casi el 50% de los diputados que tenías en apenas dos años. Eso sí que no es normal, Artur Mas. Triste, pero cierto, eso no es lo normal, President. ¡No es normal!