Metamalversar 

Hace tiempo que aquí, más que una corrupción directa consistente en meter la mano en la caja y llevárselo muerto, se practica una suerte de metaverso de la malversación. El poder que se consigue en las urnas es sólo una novena o décima parte del poder real que gestiona una organización política. Las otras ocho o nueve partes están fuera de campo y bajo el radar, y no dependen de detalles como ganar o perder unas elecciones. 

Por eso Pere Aragonès ha sacado el rotring fino para dibujar su nuevo gobierno, sobre todo de conseller para abajo. Lo que está ocurriendo estos días ocurre sólo una vez cada cuarenta años en Cataluña: que se muevan las placas tectónicas de fondo, los resortes más inmanentes de la Administración. Los que por ejemplo manejó el PSOE con mano férrea en Andalucía durante décadas, engrasando de forma implacable sus redes y tentáculos clientelares con el dinero de los ERE.

El poder que se consigue en las urnas es sólo una novena o décima parte del poder real que gestiona una organización política

Al pueblo llano nos pasma, escandaliza y hasta ofende que se pueda pedir el indulto para Griñán. A la casta la asombra todo lo contrario: ¿en qué mundo vivimos, que no sabemos cómo funciona? Lo sabe hasta el nuevo presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía. 

Tres cuartos de lo mismo con los tenebrosos contratos sanitarios en la primera hora de la pandemia. Y no tan primera hora. Salvador Illa se jacta de que “volvería a hacer lo mismo”, todo igual. Hace falta valor. Más cuando en Europa te investigan por comprar batas mucho más caras de lo necesario. Y hasta se resiste (Europa) a bendecir la vacuna de Hipra, esa por la que el gobierno tanto ha apostado, ahogando en la cuna la posible vacuna del CSIC.

Llega un momento en que te fuerzan a dudar de todo. Una Administración capaz de bloquear una y otra vez la ley de los enfermos de ELA y de denegar fármacos oncológicos a las enfermas de cáncer de mama metastásico, una Administración que practica un silencioso e implacable triaje administrativo, recaudando vorazmente impuestos, pero usándolos con cuentagotas para curar,¿qué confianza nos puede merecer? A unos les suben las pensiones, a otros les abrevian la vida. ¿Juegan a ser Dios? 

Aquí no nos pueden devaluar la moneda pero nos pueden arruinar de forma lenta e irreversible

Si España (o aunque sólo fuera Cataluña…) se hubiera salido de la UE y del euro, con el grado de mala gestión, malversación y endeudamiento temerario que nos inunda, podríamos vernos en una cuerda mucho más floja de lo que se ve ahora mismo el Reino Unido de Liz Truss. La libra esterlina está desnuda y en caída libre. Aquí no nos pueden devaluar la moneda pero nos pueden arruinar de forma lenta e irreversible. No sólo económicamente…