Más que unas elecciones
Un ciclo conservador que va más allá de las próximas elecciones generales del mes de julio y que se va a extender en los próximos años
Las elecciones municipales y autonómicas en España han permitido constatar que existe un cambio de mentalidad política en los ciudadanos. La victoria electoral del PP en comunidades como Aragón, Valencia, Baleares y Madrid revela el inicio de un ciclo conservador en España, como está ocurriendo en Francia, Italia, Reino Unido, Grecia, Países Bajos, Suecia o Austria. Un ciclo conservador que va más allá de las próximas elecciones generales del mes de julio y que se va a extender en los próximos años.
El viento conservador siempre sopla con fuerza cuando se deterioran las condiciones económicas, se impone la incertidumbre y se debilitan los valores que definen una sociedad. En el caso español, el impulso conservador liberal debemos enmarcarlo en la lógica política que establece Ayuso al invocar la “liberación de la libertad”; una invocación a desligarse de toda atadura que implique restringir la libertad y poder volver al pasado, a un tiempo mejor, pero sin dejar de mirar al futuro.
El impulso conservador liberal debemos enmarcarlo en la lógica política que establece Ayuso
Un futuro ultraliberal frente al futuro ultra regulatorio de la izquierda. En este ciclo conservador, se volverá a dar valor a conceptos como patria, familia, creencias religiosas como canales de recuperación de certezas para sentirse protegido.
Se trata de un nuevo ciclo conservador, más que de un nuevo ciclo político a favor del PP. Es un ciclo más sociológico que político, más moral que estético. En este cambio de prioridades es más importante preservar los derechos de siempre, como las pensiones, que alcanzar nuevos derechos que pongan en peligro los conseguidos.
Se trata de un nuevo ciclo conservador, más que de un nuevo ciclo político a favor del PP
Pero es también, en el caso español, acabar con gobiernos de pactos imposibles que generan dudas, contradicciones, dando la impresión de estar gobernados en el desgobierno. La victoria de mayo del PP debe ser leída como un cambio de fondo en la mentalidad de la sociedad europea que, incluso cuando vota a partidos de centro o socialdemócratas, lo hace con un criterio cada vez más conservador.
El acuerdo entre el PP y Vox, si tras las elecciones de julio están en disposición de gobernar, no la establecen sus líderes políticos, sino sus votantes, que no buscan votar a un partido, sino un refugio que les aleje de un mundo cada vez más complejo y cambiante.