Mas no es independentista escocés
Una diferencia entre el nacionalismo escocés y el secesionismo catalán es que el SPN –Partido Nacional Escocés– proclamó siempre que quería la secesión de Escocia. Fue un proceso gradualista y con dosis de posibilismo, pero la independencia escocesa era y es el objetivo. En lo que el SNP ha ido adaptándose al color de la pared es en su ubicación hacia la derecha, hacia la izquierda o hacia la más amplia indefinición.
En el caso de Convergència, aunque siempre han existido pulsiones independentistas, el pujolismo fue desde la transición de un autonomismo en unos casos ambivalente y en otros victimista, pero no entregado explícitamente a las sugestiones de la independencia. Se especula mucho acerca de la capacidad dialogante del Reino Unido y se le compara con una cerrazón de España respecto a Catalunya. Elementos de ingenuidad y confusionismo lastran esa comparación.
La diferencia no solo es de orden constitucional: también involucra la claridad de los fines del SNP y la paciencia gradualista con que ha ido asentando su estrategia tan a largo plazo. Lo prueban el lentísimo engrosamiento electoral y trances de tanta dificultad como el fracaso del referéndum de 1979. Luego llegó el referéndum de 1997 para un parlamento escocés. Hubo un “sí”. Alex Salmond fue claro: ese era solo un primer paso hacia la independencia porque cuando los escoceses viesen lo que es tener un parlamento, querrían otras cosas más.
El partido hoy liderado por Alex Salmond era explícitamente independentista y a la vez usaba con habilidad sus escaños en el parlamento británico para avanzar pragmáticamente hacia su meta. En cambio, Artur Mas ni conoce en exceso la naturaleza del Estado ni es comparable en experiencia parlamentaria a Jordi Pujol o ahora mismo a Duran Lleida. Desde luego, no sería hacedero equipararle al dominio parlamentario de Cambó.
La larga marcha del SNP hacia las instituciones ha sido muy larga pero sin muchos sobresaltos semánticos, a diferencia de la mutación abrupta en la evolución de Convergència, del autonomismo insatisfecho a la estricta secesión, de un día para otro. Se dan diferencias entre Artur Mas y Alex Salmond, y no solo porque Salmond lleva años en el intríngulis institucional británico y con notable presencia parlamentaria en Londres.
Una fase significativa del independentismo escocés giró en torno al lema “Independencia en Europa”. Según los tratados comunitarios y las declaraciones de Herman Van Rompuy o Durao Barroso, con independencia no hay Europa, Europa comunitaria. Ir constatando que la secesión significa quedarse fuera de la Unión Europea es un factor de peso en el estancamiento del “sí” en las encuestas escocesas. En este paisaje movedizo, Salmond parece querer redefinir su postura como una reforma del Reino Unido más que una ruptura con el Estado. ¿Sería un giro por si sale el “no”?”.