Más millones para CatalunyaCaixa

Este viernes sabremos, con toda probabilidad, quien optará a comprar los restos de CatalunyaCaixa, si es que alguna vez fue un ente completo y con sentido. En un hotel de Madrid, la considerada mejor directiva del año, María Dolores Dancausa, se mostraba impaciente el martes por la noche ante los cambios que se avecinan. No se refería en concreto a la privatización del banco catalán. No. Pero evitarán futuros disgustos como el de la antigua caja de ahorros.

 
¿Pondrán Fainé y Botín centenares de millones sobre la mesa por CatalunyaCaixa? Lo más probable es que no suceda así

La jefa de facto de Bankinter cuenta los días que quedan para que Fráncfort tome el control de la inspección y la regulación del sistema financiero de la zona del euro. Cuando suceda en otoño, se minimizará el riesgo de que, en el futuro, tengamos que dedicar varios años y miles de millones de euros a rescatar entidades que los políticos, en este caso catalanes, han administrado con escasa diligencia.

La regulación llega tarde para muchos, apenas ya quedan cajas. De haber existido en 2010, el problema se habría resuelto en 24 horas. En Alemania, como ha demostrado el Mundial de Brasil, no andan con miramientos. La nueva normativa prevé liquidaciones exprés y, evidentemente, duras exigencias de responsabilidades para los cocineros de los desaguisados.

Justo lo contrario que la vía catalana: todo el mundo se va de rositas y el erario (español) primero y luego la banca privada (española) abona las facturas de la fiesta. Para llegar hasta hoy, CatalunyaCaixa ha necesitado 14.000 millones. A esta cantidad es necesario sumar los 1.500 millones que se perderán con el traspaso de las hipotecas basura a Blackstone, contrato que conocimos ayer. Es decir, 15.500 millones por hache o por be.

Estamos ante la mayor quiebra bancaria española en relación con su tamaño; y no hay día que no conozcamos datos para desmentir esta rotunda afirmación. Aún podría haber más. Esperemos a conocer las ofertas que presentarán el Santander y La Caixa para tomar el control de la institución barcelonesa. Varias fuentes aseguran que el precio será de derribo.

Si el FROB se empeña en adjudicar y en conceder, por tanto, más apoyo público, empezará a correr serio riesgo la veracidad de la afirmación del gobernador Luis María Linde: “Liquidar las entidades es más costoso para el Estado que rescatarlas”. ¿La recuerdan? ¿Estará en lo cierto y las cifras finales quitarán la razón a los alemanes, que habrían resuelto la situación entre brasburt y brasburt?

Por tanto, ¿pondrán Fainé y Botín centenares de millones sobre la mesa por CatalunyaCaixa? Lo más probable es que no suceda así. Y que incluso hagan falta más recursos públicos para la caja catalana.