Mas, como Marine Le Pen, ¡viva el pueblo!

Son tiempos de populismos. Son tiempos de buscar argumentos para todo tipo de causas, para apelar directamente «a la gente», «al pueblo», para ir contra las elites, contra el poder de los estados que oprimen a las minorías. La victoria de Donald Trump ha dado alas a todos los partidos populistas en los países europeos, y a movimientos como el independentismo catalán.

A Artur Mas, que no ha estado nunca cerca de los republicanos, que vibró en la noche electoral en el Hotel Majestic en el acto que organizó el consulado de Estados Unidos, no se le ha ocurrido otra cosa tras la victoria de Trump que decir que «lo que era imposible ha sido posible», y que, por tanto, la independencia de Cataluña también lo puede ser.

En el mismo sentido se pronunció este domingo, en la concentración en la Plaza España en Barcelona de todo el movimiento soberanista para rechazar la «persecución» del Estado y defender a los cargos públicos, como él mismo, que han sido encausados por la organización del 9N.

Mas añadió que el movimiento debe continuar y cobrar más fuerza. «No desfalleceremos, continuaremos adelante y para ello nos dejaremos la piel, somos gente de mano tendida y nos la hemos jugado por 7,5 millones de catalanes», aseguró. El tono, la idea de que tiene una misión, se mantiene. ¿En qué momento Artur Mas consideró que quería ser el salvador de esos 7,5 millones de catalanes, y de qué les quería salvar, exactamente?

Mas avaló, con su presencia y sus palabras, la actitud de otros activistas, como Montserrat Venturós, la alcaldesa de Berga, que protagonizó la pasada semana un acto de desobediencia al negarse a declarar ante un juez. Sin embargo, el soberanismo es capaz de darle la vuelta a todo, y presentar una realidad construida, como explica con gran detalle Miquel Porta Perales, en su libro Totalismo.

Las palabras de Venturós este domingo son ilustrativas: «Estamos aquí para apoyar a los cargos electos, pero también a todos aquellos que están siendo perseguidos por el Estado español simplemente por ser independentistas, hace décadas que estamos aguantando la represión del Estado, pero ahora han dado un paso adelante y nosotros defendemos la desobediencia como medio político para la autodeterminación». ¡No está mal, todo sigue adelante, con Artur Mas como inspirador!

Con las mismas palabras de Mas se expresaba otra responsable política. Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional, que aspira a ganar las presidenciales de Francia del próximo año, aseguraba en una entrevista en la BBC que Trump «ha hecho lo imposible, posible», dejando claro que su victoria le abre las puertas a la presidencia francesa, porque Trump, defiende como ella, «al pueblo».

Es el populismo, en todas sus variantes, el que se puede imponer tras el triunfo de Trump, sin atender en las necesidades concretas de cada sociedad. Lo que choca es que alguien como Mas, que fue presidente de la Generalitat con el lema del «gobierno de los mejores», coincida con Le Pen. ¿De verdad cree Mas que es el momento para las barricadas y la independencia de Cataluña?