Marruecos estrena Gobierno de coalición presidido por Abdelilah Benkirane líder del Partido Justicia y Desarrollo, con nueva constitución y en un entorno regional y europeo complejo. Tendrá que saber jugar en un delicado equilibrio interno y mejorar la situación económica.
Un Marruecos democrático con una buena gobernanza ayudaría a consolidar su economía, mejoraría el clima de negocios y la creación de millones de puestos de trabajo necesarios para los próximos 10 años. Algunos analistas apuntan que el PIB aumentará en tres puntos si se aplican las nuevas reformas.
El PIB en 2010 era de 110.000 millones de dólares y los intercambios comerciales 85.000 millones. El país necesita para crecer un 7% y hacer frente al problema del desempleo y las dificultades sociales que afectan a la cuarta parte de su población, especialmente en las zonas rurales. Rabat también cuenta con el apoyo de sus aliados tradicionales como la Unión Europea (UE), Estados Unidos (EEUU) y los países del Golfo.
Pero el punto de partida no es tan sombrío. La economía marroquí ha sido la que mejores logros ha alcanzado del norte de África durante la última década, aunque el crecimiento del PIB ha sido lento, ya que es un importador neto de materias primas. Esta año ha sido de 4,3 %. Y el 2012 apunta a un cierto repunte pero dependerá del desarrollo político y sobre todo en la situación económica europea.
Según el FMI la economía de Marruecos tiene un bajo nivel de deuda pública, una inflación reducida y un sistema financiero estable, ocupa el puesto 61 en el mundo y se basa en la agricultura, el turismo y las remesas del exterior. La agricultura es el motor y emplea el 33 % de la mano de obra.
La crisis económica mundial no golpeó mucho a Marruecos, como a otras naciones debido a la limitada exposición del país en los mercados mundiales. Aunque las exportaciones, los ingresos por turismo, y las exportación e inversión extranjera directa cayeron por la desaceleracióne europea, su principal socio comercial.
En los últimos años se han puesto en marcha una serie de iniciativas diseñadas para reducir el paro juvenil. También se ha iniciado un ambicioso programa de infraestructuras así como una plan 2020 para el sector turístico y el plan MarocVert para aumentar la productividad del sector agrícola.
Es el mayor exportador mundial de fosfatos, su buque insignia es la Oficina Cherifien de fosfatos (OCP) aliada con las grandes compañías internacionales. Además, la francesa Areva firmó una alianza con la OCP para la extracción de uranio de los fosfatos.Tánger Mediterráneo Agencia Especial (TMSA) está construyendo actualmente el segundo complejo de puerto de aguas profundas. El primer terminal contenedor entró en pleno funcionamiento a finales de 2008. Una segunda terminal, que será operativa en 2012, aumentará la capacidad del puerto de contenedores a 8,5 millones de TEU.
El país Magrebí se está convirtiendo también en un centro de offshoring: operan el 50% del total de los centros extraterritoriales franceses o atención de Telefónica y emplea unas 20.000 personas. Marruecos ha iniciado una ambiciosa estrategia para aumentar la cuota de energías renovables para satisfacer la creciente demanda interna. El objetivo es el desarrollo de 2.000 MW, 2.000 MW hidroeléctricos y 2.000 MW solares en capacidad instalada para el 2020, es decir el 42% de la capacidad de generación de energía total.
Nunca antes las relaciones bilaterales habían alcanzado un nivel como el actual. España y Catalunya en especial han transformado Marruecos en un centro de acción prioritario y las empresas se han implicado en este proceso. Es el principal cliente de África, y el tercero fuera de la UE, sólo superado por EEUU y Turquía, Las relaciones comerciales han conocido un incremento espectacular en los últimos diez años, un 250%. El 12% de las exportaciones de Marruecos hacia la UE tienen como destino España y 17% de las exportaciones de la UE tienen como origen España. Catalunya representa el 25% de conjunto español.
España es el segundo socio comercial de Marruecos con intercambios oficiales que alcanzan los 5.500 millones de euros. Hay que añadir los flujos entre Ceuta y Melilla y el norte de Marruecos. También refleja el incremento de las relaciones la presencia de más de 1500 empresas presentes en sectores como el de la electricidad, telecomunicaciones, el inmobiliario, turismo, agricultura, pesca, distribución, transporte, textil, banca, energía, ingenierías, consultoría, automoción y la aeronáutica. También aparecen otras oportunidades: los grandes proyectos de construcción de autopistas, puertos y aeropuertos, redes ferroviarias, energías renovables.
La proximidad también tiene sus ventajas, pero las futuras relaciones entre las dos orillas se basan en la capacidad de todos de relacionarse creando mecanismos que permitan construir puentes para acercar los 14 kilómetros que separan el estrecho, un entorno donde también las empresas son actores clave.