«Madrid nos roba»: el engaño de Sánchez para quedarse con tu herencia

El plan de Sánchez e Iglesias es quedarse, vía impuestos, con buena parte del patrimonio y el ahorro de millones de españoles

Del “España nos roba” al “Madrid nos roba”. Parece que el Gobierno ha tomado buena nota del lema que en su día acuñó el independentismo catalán, solo que cambiando el objetivo a batir, para lanzar una nueva y radical ofensiva fiscal contra el conjunto de los españoles.

El tándem que conforman Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no se conforma con aprobar una de las mayores subidas de impuestos de la historia reciente, con más de 8.000 millones de euros en 2021 y 2022, según recogen los Presupuestos Generales del Estado del próximo año. 

El Ejecutivo también aspira a resucitar, como mínimo, dos impuestos profundamente injustos y contraproducentes, como es el caso de Patrimonio y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

ERC anunció la semana pasada que había alcanzado un acuerdo con el Gobierno de PSOE y Podemos para subir el Impuesto de Patrimonio en la Comunidad de Madrid, que lo tiene bonificado al 100%, mediante la creación de una “comisión bilateral” entre el Estado y la Generalitat en los próximos meses, a cambio de prestar su apoyo a la aprobación de los Presupuestos. Varias son las mentiras que esconde dicho anuncio.

En primer lugar, no es ERC el ideólogo de dicho ataque, sino el PSOE. Tanto el Gobierno como los barones socialistas llevan meses, por no decir años en algunos casos, abogando por la necesidad de “armonizar” los impuestos autonómicos. Y eso incluye no solo Patrimonio, sino Sucesiones y Donaciones, que goza de importantes rebajas en varias autonomías.

Como consecuencia, lo que persigue realmente el plan de Sánchez es quedarse, vía impuestos, con buena parte del patrimonio y el ahorro de millones de españoles que, hoy por hoy, disfrutan de una fiscalidad nula o marginal.

Su objetivo es imponer el socialismo fiscal por la fuerza a todas las comunidades autónomas

La intención del Gobierno no es otra que acabar con la política de rebajas fiscales que instauró la Comunidad de Madrid a partir de 2004 y que, posteriormente, fue seguida por otras regiones, hasta el punto de eliminar de facto el impuesto a la muerte entre familiares directos.

La izquierda y el nacionalismo no soportan que algunas regiones en las que no gobiernan bajen sus impuestos, en base a las competencias legalmente establecidas, y que, encima, dicha receta funcione, ya que deja en evidencia su confiscatoria y abusiva tributación a ojos de sus propios votantes.

Basta recordar la rebelión fiscal que tuvo lugar hace apenas tres años contra el Impuesto de Sucesiones en Asturias, Andalucía o Aragón, entre otras comunidades, donde decenas de miles de personas, la mayoría de ellos jubilados, salieron a la calle para reclamar la eliminación de esta figura, a imagen y semejanza de Madrid, tras percatarse del robo que suponía su existencia.

Muchas familias se ven obligadas a renunciar al patrimonio de sus padres y hermanos fallecidos debido al enorme coste fiscal que supone heredar lo que, en justicia, les pertenece tras una vida de duro trabajo, ahorro y esfuerzo. Semejante atropello acabó provocando un inédito movimiento de indignación social que, finalmente, hizo que varios gobiernos regionales se vieran obligados a eliminar o, al menos, reducir de forma sustancial esa tributación.

Su objetivo, por tanto, es imponer el socialismo fiscal por la fuerza a todas las comunidades autónomas, protagonizando con ello la primera reversión competencial hacia el Estado de la democracia. “Armonizar” no significa aquí otra cosa que subir impuestos.

En principio, afectaría a Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, tributos que no existen en la mayoría de países de la UE, aunque no se puede descartar que la subida de extienda también a otros impuestos cedidos, como el tramo autonómico del IRPF, Actos Jurídicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales.