Los sueños de Estambul

Estambul ya ha hecho realidad el sueño del sultán o su proyecto del siglo: el túnel de Marmaray. Fue inagurado la semana pasada, coincidiendo con el 90 aniversario de la fundación de la República Turca. Construido por un consorcio internacional y con participación española, se extiende 50 metros bajo el estrecho del Bósforo. Su objetivo es aligerar la carga de dos millones de viajeros que utilizan los dos puentes que conectan el lado asiático y el europeo de la ciudad. Será capaz de transportar 150.000 pasajeros por hora.

El Marmaray une los continentes de la histórica Ruta de la Seda. La inversión inicial ha llegado a los 2.800 millones de dólares. Los primeros planes del túnel ferroviario se remontan a 1891, cuando el sultán otomano Abdul Hamid, enamorado de las grandes infraestructuras, pidió a ingenieros franceses diseñar el proyecto de la infraestructura sumergida.

Es sólo una de las numerosas obras que transformará Estambul en una gran mega ciudad. Otros proyectos incluyen un canal de 50 kilómetros para competir con el Canal de Suez, un gran aeropuerto que tendrá la mayor actividad del mundo y una mezquita encima de una colina gigante. Turquía planea invertir 186,444.45 millones de euros en redes de transporte, carreteras, energía e infraestructuras en la próxima década. La parte del León será para Estambul.

Es la ciudad de Pamuk, de la bulliciosa plaza de Taksim, los puentes del Bósforo y del Gran Bazar. La Estambul del paseo marítimo de Beyoglu, de la Torre de Gálata, la Mezquita Azul o del Aya Sofya, los palacios de Topkapi o Dolmabahçe o Ciragan, Barbarossa, del Galatasaray. La Estambul de Asia y Europa, la histórica y la moderna. Esta metrópolis está a punto de reventar. Cuenta con más de 15 millones de habitantes, casi uno de cada cinco de la población total de Turquía. La ciudad emerge intentando conservar su identidad, su huella en el paisaje y en la historia, pero apostando por ser referencia de futuro.

Muchos son los detractores de estos cambios, por el impacto natural, ecológico o el financiero; como las grandes manifestaciones del verano pasado contra la construcción de un centro comercial en lugar de una zona verde. Pero los defensores responden que, si hubiera sido por las críticas de los arqueólogos y las manifestaciones, muchos de los proyectos como Marmaray nunca se habrían terminado.

Un informe reciente sitúa a Estambul junto a Sao Paulo (Brasil) y Beijing (China) como centros de atracción de las grandes empresas multinacionales en el 2025, sustituyendo a Tokio (Japón), Londres (Reino Unido) y Nueva York (Estados Unidos).

Estambul está en obras. Son signos de una economía floreciente. Esta ciudad es el tractor económico y el motor del crecimiento de Turquía y representa más del 40% del PIB.

Con su rico patrimonio y su papel cultural y arquitectónico, es un punto focal para la industria turística del país. En 2012, la ciudad aumentó el 16% las llegadas y el 8,9% la demanda de habitaciones, mientras que la oferta sólo incrementó el 4.6%. Estambul se presenta como un mercado atractivo para los inversores hoteleros.

El turismo es un sector clave de la economía, representa el 11% del PIB. También es un gran generador de empleo, supone 516.500 puestos de trabajo directos y más de dos millones indirectos. Turquía recibió casi 32 millones de turistas en 2012, colocándose en el sexto puesto en el ránking mundial de llegadas. En el primer semestre del año en curso, ha registrado un aumento del 14% y Estambul es la sexta ciudad más visitada del mundo.

El Gobierno ha intensificado sus campañas de promoción y, junto a su joya, Estambul trabaja con su aerolínea nacional Turkish Airlines para promocionar la ciudad y el país como destino turístico. Invierte en infraestructuras, a la vez que presenta a Estambul como centro de grandes conferencias, exposiciones y de grandes eventos internacionales. Como los Juegos Olímpicos de 2020 que, a pesar de no haber tenido suerte, no cabe duda que es una opción de futuro.

En los últimos años, Turkish Airlines ha sido galardonado con el codiciado título de Mejor Aerolínea de Europa. Su éxito es la ubicación geográfica. Le permita volar a toda Europa, Asia, Medio Oriente y África.

El actual aeropuerto, Ataturk, está operativo casi a plena capacidad. Se construye ya un nuevo aeropuerto que tendrá una capacidad de 150 millones de pasajeros al año y abrirá en 2017. La instalación está diseñada para ser una de las más grandes del mundo y tiene la intención de convertir el país en un centro mundial de la aviación y de turismo.

Estambul es una ciudad viva. Emerge de nuevo para unir a continentes y a culturas, donde lo moderno y lo antiguo conviven. Dicen que los sueños, en Estambul, nunca terminan.