Los pisos siguen bajando
El sector inmobiliario acumula más de seis años de declive. Las cabezas pensantes del ladrillo pronostican que todavía transcurrirá largo tiempo ante de que se enjuguen los excesos de la burbuja. En el primer trimestre, se vendieron apenas 9.400 pisos nuevos, por lo que a final de año a duras penas se alcanzarán las 40.000 viviendas, a años luz de los fabulosos registros de antes de la crisis.
A tenor del nulo pulso del mercado, los promotores que todavía quedan en pie habrán de batallar a muerte con un poderosísimo competidor que dispara con pólvora del rey, el banco malo Sareb, presidido por Belén Romana, que, por cierto, se embolsa un sueldo de 33.000 euros al mes.
Sareb almacena 82.000 casas y casi 15.000 predios, valorados en 50.000 millones tras las rebajas de entre el 45% y el 66% que aplicaron las cajas en el proceso de traspaso.
Bancos y cajas ya han provisionado la gran mayoría de sus activos inmobiliarios, por lo que venderlos ahora les generará plusvalías contables. De ahí que las entidades se hayan lanzado a una frenética carrera de descuentos para desprenderse de sus bienes raíces, con la consiguiente presión bajista sobre los precios.