Los Menéndez
Suena a publicidad. ‘Los Menéndez, limpiadores de alfombras’. Y algo de eso hay. Porque Santiago Menéndez es el encargado de limpiar las alfombras del Estado. Ardua tarea. Y cobra. Por ello cobra bastante.
En lo que va de año ha cobrado más de 14.000 millones de euros. Sacude las alfombras suizas y salen billetes de cada nudo. También las tiene de Gibraltar y Andorra. Será por la cercanía. Todas sueltan más billetes que polvo.
Del despacho de Uría-Menéndez. De familia de cargos públicos. De casta. Con largos brazos en el Estado. ‘En la Agencia Tributaria no hay politización, ni yo la permitiría’, se atrevió a declarar en pleno caso Cemex, cuando le caían chuzos de punta por la chapuza del mismo.
Claro que en la pugna con el juez Ruz y el fraude fiscal del PP tampoco ha salido mejor parado. Hizo limpieza en la Agencia y su apellido cambió a Treméndez. Porque traicionó. Fue traidor con los sinceros.
Veamos con Rato y los 704. No. Que son más. Ya alcanzan los 715. ¿Podemos creer al director de la Agencia? ¿No le habrá hecho el argumentario su hermano? Todo queda en casa. Incluso los nombres de los investigados.
No es de Ley. Pues otros casos se han sabido. El de Rato, por ejemplo. ¿Lo filtró la Agencia? Por Dios, qué barbaridad. Entonces… ¿Economía o Moncloa? Defínase señor Menéndez. Tiene algunas alfombras que no ha sacado al balcón. Ni ha sacudido. Con bastón, sí, con bastón de haya.