Los grandes retos del mercado de vivienda en alquiler
La profesionalización y la estabilidad se presentan como los grandes desafíos en el sector para los años venideros
Eduard Mendiluce, Consejero Delegado de Anticipa Real Estate y Aliseda Inmobiliaria
El alquiler de vivienda se ha convertido en la principal opción para dos tercios de las familias que deciden formar un nuevo hogar en España. Este hecho evidencia un cambio de tendencia muy significativo –tradicionalmente, la compra ha prevalecido sobre el arrendamiento– y, al mismo tiempo, plantea un nuevo reto para el sector inmobiliario: afrontar un gran volumen de demanda de alquiler en un entorno de escasa oferta.
La falta de suelo finalista para construir y la inexistencia de planes estratégicos para ampliar el parque público de alquiler son el origen del aumento de los precios que se está experimentando en grandes ciudades y capitales turísticas como Barcelona, Madrid, Valencia, Baleares o Málaga, donde la presión de la demanda es mayor debido a la concentración de población y a las dificultades de los más jóvenes para acceder a la financiación hipotecaria.
Fuera de los grandes mercados españoles, los operadores profesionales solo representan el 3% del mercado de alquiler
Algunas voces han extrapolado erróneamente este escenario de inflación de precios al resto del país, lo que ha llevado a hablar de una situación generalizada e incluso de una nueva burbuja inmobiliaria que no existe.
Asimismo, han atribuido a los inversores institucionales, como los fondos de inversión, la responsabilidad de este incremento. La realidad, no obstante, es bien distinta: en el resto de España no se dan estas tensiones en los precios y los operadores profesionales solo representan el 3% del mercado de alquiler.
Es evidente que, en un sector con 3,5 millones de viviendas alquiladas, un porcentaje tan pequeño del negocio es incapaz de influir en la evolución de los precios y, mucho menos, de marcar la pauta de comportamiento del 97% restante.
Por tanto, cabe reflexionar sobre la situación real en la que se encuentra el sector del alquiler residencial, copado por propietarios particulares, y trabajar en soluciones para revertir el problema de escasez de oferta.
Estabilidad y profesionalización
Una de las claves para abordar este frente está en manos de las Administraciones Públicas, que deben optar por políticas que no limiten todavía más la oferta de alquiler y velen por un marco jurídico estable. Esta premisa es fundamental para que inversores y promotores de vivienda continúen apostando a largo plazo por el creciente mercado de alquiler en nuestro país.
Las compañías líderes en alquiler ya trabajan para ofrecer una plataforma de atención a inquilinos disponible los 365 días al año
La presencia de estos players en el sector es imprescindible para profesionalizar el segmento de alquiler. Esta labor, en la que ya se está trabajando desde las compañías que lideran el sector inmobiliario, radica en ofrecer a los inquilinos una plataforma de atención disponible los 365 días del año, capaz de dar respuesta a cualquier consulta y de resolver aquellos problemas vinculados a electrodomésticos o servicios.
El reciente intento del Gobierno para regular el alquiler residencial, que finalmente no ha sido convalidado por una mayoría en el Congreso, incidía en todo lo contrario: al alargar los plazos del arrendamiento y penalizar sin justificación a la oferta profesional del alquiler, la norma iba a provocar una reducción de la oferta y aumento de precios. Cualquier nueva regulación de este mercado requiere de un análisis sosegado y no de recetas improvisadas.
Colaboración público-privada
La creación de un importante parque de vivienda social en alquiler es otra de las cuestiones más acuciantes. La media europea en este sentido se sitúa en torno 12%, mientras que en España el volumen de vivienda social alquilada apenas alcanza el 2%.
Una tasa tan baja no puede acoger a todas aquellas familias en situación de vulnerabilidad que necesitan de esta infraestructura. No son soluciones que se puedan poner en marcha en unos pocos meses, sino que es una labor de años, por lo que conviene empezar cuanto antes.
En este contexto, la colaboración entre el sector público y el privado es una fórmula esencial para desarrollar acciones concretas en cada ciudad, con el objetivo de dar forma a los nuevos modelos de ciudad y fomentar la estabilidad del mercado del alquiler, que crece y se consolida a paso firme en España.