Los fantasmas políticos del independentismo
Para Junts todos son fantasmas del pasado. Borrás es una imagen recurrente. Pero hay más. Puigdemont, Puig, Torra, Ponsetí… cada uno en su dimensión y con sus intereses son fantasmas que tiene que gestionar
La resaca del procés sigue ahí. Sus fantasmas se mueven agiles sobre las cabezas de los invitados a la fiesta, como aquella escena maravillosa del festín de boda en la película El violinista en el tejado. Los fantasma de la familia. Esos que sobrevuelan recordando lo que fueron y lo que son.
La política genera familias de las que en ocasiones es difícil desprenderse. Sólo así se entiende esta relación tan tensa y también tóxica entre la gente de JxCat y ERC. Merece un estudio psicológico clínico profundo. Permanecen las malas sensaciones. Nadie ha superado el pasado porque, de alguna forma, precisan del pasado para explicarse.
Nadie ha superado el pasado porque, de alguna forma, precisan del pasado para explicarse
La cuestión es tan grave que, aunque el acuerdo de Govern saltara por los aires, ya hace mucho que la presidenta del Parlament sigue estando en funciones con el machacón recuerdo de la juzgada Laura Borrás. Demasiado.
Lo normal es que hubieran superado los malos tragos del pasado reciente, en política todo es reciente, y la que ostenta el cargo en este momento, Alba Vergés, candidata por ERC a la alcaldía de Igualada, o ya hubiera renunciado por otra diputada o diputado, o hubiera sido sustituida por otro perfil.
Sin embargo, y aunque sean ciertas las dificultades por nombrar a un nuevo o nueva presidente a causa de la debilidad del gobierno catalán, a nadie se le ocurre abrir ese melón a un año de nuevas elecciones autonómicas, a meses de las municipales y algo más de las generales.
Esos fantasmas también afectan a apuesta más próxima que tienen los de Junts sobre la mesa: la candidatura de Xavier Trias para volver a ser alcalde de Barcelona. Las dudas son tan profundas sobre cómo se visualizan las tendencias electorales que, por creer, son muchos los que apuestas que Trias tiene oportunidades para ganar.
Es cierto que el perfil no es malo para los votantes que sólo piensan en política cuando hay elecciones y mientras que el candidato se siga mostrando como todo un líder anti Colau. Así se perfila, y así se deja perfilar la propia Ada Colau ya que le interesa todo tipo de ataque directo. Refuerza su candidatura.
Las dudas son tan profundas sobre cómo se visualizan las tendencias electorales que, por creer, son muchos los que apuestas que Trias tiene oportunidades para ganar
Sin embargo, el corsé obligado con el que tiene que actuar Trias a la hora de elegir su equipo muestran un candidato condenado a mostrar que tiene tomadas las riendas de un partido al que no le dejan de aparecer marrones.
El más complicado, en este momento, se llama Laura Borràs. Y aunque exista gente de su partido dispuesta a hacer el ridículo para desviar la atención -es el caso de la diputada Miriam Nogueras apartando la bandera española del tiro de foco en la sala de prensa en el Congreso de los Diputados- el seguimiento informativo de su juicio está desenmascarando a un personaje idolatrado por la bancada indepe.
Hay dos nombres en el que se está visualizando la salida de JxCat cuando se conozcan los resultados de las municipales: Jordi Turull y Josep Rull. El primero ya ostenta una primera posición del poder de Junts. El segundo es el perfil más aceptado por todos, capaz de poner de acuerdo a las diferentes familias de dentro de la formación. Algo parecido a lo que ocurre ahora con Xavier Trias, pero sin unas elecciones inminentes.
De momento, y por su perfil menos político, el otro nombre propio, Jaume Giró, le está costando marcar ese criterio dentro de la organización, aunque ahora este dejando que los acontecimientos se muevan a su libre albedrió. Es cierto que es un momento para que otros bailen. Pero el exconseller puede encontrarse de que cuando llegué ese momento la silla esté ya ocupada por otro.
Todos son fantasmas del pasado. Laura Borrás es una imagen recurrente. Pero hay más. Carles Puigdemont, Lluis Puig, Quim Torra, Clara Ponsetí… Cada uno en su dimensión y con sus intereses son fantasmas que Junts tiene que gestionar y sin “ghostbusters”.