Los directivos de la banca se forran
Emilio Botín, jefe de jefes de la banca, tiene fama de retribuir con esplendidez a sus empleados. Puede dar fe de ello Alfredo Sáenz, ex consejero delegado del Santander, quien al cesar hace pocos días se embolsó una pensión de 88 millones de euros. La generosidad del líder no se circunscribe al timonel de su nave. Se extiende a la plana mayor directiva que no disfruta de puestos en el consejo de administración, el mejor pagado de España.
Los 23 principales ejecutivos cobraron el año pasado la bagatela de 74,1 millones de euros, a un promedio de 3,2 millones por cabeza. Lucen esa condición, entre otros, el interventor, el secretario general, los directores de departamento, de auditoría, de tecnología y de comunicación, amén de los responsables de los países donde el Santander ocupa fuertes posiciones.
En el otro gigante bancario español, el BBVA de Francisco González, tienen rango de altos directivos 13 profesionales, ninguno de ellos miembro del consejo. Se repartieron 17,7 millones, por lo que cada uno sale a 1,3 millones.
Es de destacar que entre esos 36 ejecutivos de postín solo hay una mujer, Magda Salarich, ex directora general de Citroën España y actual responsable de la financiación al consumo del banco cántabro.