Los defensores de Fergo Aisa renuncian por falta de fondos

Fergo Aisa se queda sin abogado y procuradora. Ambos han comunicado su renuncia al juzgado mercantil. Ni siquiera representarán a la empresa en el recurso de reposición que aquella ha interpuesto para que se anule la liquidación decretada por el propio juzgado.

El letrado Manuel Muñiz Bernuy y la procuradora Marta Pradero Rivero han elevado un escrito al magistrado en el que comunican su abandono “por imposibilidad de consensuar con el cliente una línea lógica de defensa, así como por la carencia absoluta de fondos para efectuar los estudios, gestiones y proyectos necesarios para el buen fin del concurso”.

Esta pérdida de su representación legal no es el único problema que afronta el presidente de la compañía, Carlos Fernández Gómez. Los administradores concursales han impugnado su recurso contra la liquidación de Fergo Aisa. Alegan que la empresa, declarada en concurso necesario en julio de 2013, carece de actividad alguna desde 2010, pues no se han realizado ventas ni promociones. “Eso, en una sociedad dedicada en exclusiva al sector inmobiliario, sólo puede interpretarse como carencia de la más mínima actividad”, afirman.

En su recurso, Carlos Fernández argüía que pese a no facturar un céntimo en tres años, la empresa sigue atareada. Y detallaba sus iniciativas para buscar financiación y desarrollar ciertos proyectos de promociones en el extranjero. Así mismo alegaba que ni tan sólo se ha intentado lograr un convenio con los acreedores.

A su vez, los administradores concursales reprochan que semejantes proyectos son los mismos que Fernández viene pregonando desde hace varios años, sin concretarse en hecho alguno. Añaden que el convenio es imposible por la precaria situación de la empresa y la inexistencia de tesorería.

“Para conseguir un convenio –afirman–, se ha de disponer de recursos y, para obtenerlos, la ‘máquina’ que los genere no puede estar parada durante tres años. En consecuencia, si no hay unos fondos mínimos para sufragar los créditos contra la masa, difícilmente se hará frente en su día a la elevada deuda concursal, aún con quitas y esperas. La falta de recursos es tal, que se han notificado al juzgado las renuncias del procurador y la dirección letrada del concursado”.