Los cuatro empresarios catalanes y el Rey Felipe

El proceso soberanista en Cataluña ha reducido el debate en dos grandes polos, y ha obligado a muchos ciudadanos a definirse. En unas elecciones que se desean convertir en un plebiscito sobre la independencia, no queda espacio para esas denostadas terceras vías, que hay que admitir que siguen sin llegar.

En el campo empresarial, la batalla está siendo especialmente dura. La lista de Junts pel Si alardea de que tiene a su lado a los pequeños y mediados empresarios y a los autónomos, y que los contrarios al proceso son los grandes empresarios, los que viven del BOE, según apuntó la número dos de la lista, Carme Forcadell, ex presidenta de la ANC.

Se consideren entre los grandes o no, lo cierto es que han sido cuatro empresarios catalanes los que arroparán al Rey Felipe en su viaje a Estados Unidos, en plena campaña de las elecciones del 27S. El Rey Felipe y la Reina Letizia viajan esta semana, junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, en el que será su segundo viaje desde que fueron proclamados Reyes.

Uno de esos catalanes que se ha volcado en el viaje es Jaime Malet, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España. En Estados Unidos también estará Juan Rosell, el presidente de la CEOE, y José Luis Bonet, el presidente de Freixenet y de las cámaras de comercio de España.

Y el cuarto es Juan Maria Nin, consejero del Grupo Indukern, y ex consejero delegado de Caixabank. Se trata de una buena representación de esa parte de la sociedad catalana que reclama un acuerdo entre Cataluña y el resto de España, y que es contraria al proceso soberanista tal y como se ha planteado.

El Rey Felipe VI logró crear grandes expectativas cuando fue proclamando nuevo jefe del Estado, tras la abdicación de su padre el Rey Juan Carlos. Los propios dirigentes de Convergència, con Jordi Pujol a la cabeza, habían jugado con la posibilidad de llegar a un nuevo pacto del catalanismo con España a través de la Corona. Y los más veteranos de CiU renovaron sus esperanzas con Felipe.

El caso es que el nuevo Rey tiene buena información sobre lo que ocurre en Cataluña. Y se deja asesorar. Pero también es cierto que su responsabilidad no le permite entrar en el terreno político. Con esos cuatro pro hombres catalanes, el Rey Felipe podrá comprobar que existe otra realidad en Cataluña, interesados en estrechar las relaciones económicas con Estados Unidos.

Los Reyes visitarán la Casa Blanca, y se entrevistarán con Barack Obama, arropados por cuatro empresarios y directivos catalanes que no harán campaña desde Barcelona, pero sí, con su presencia, desde Washington.