Las religiones minoritarias y la X en la declaración de la renta
La posibilidad de que otras religiones puedan marcar la casilla a favor de su «Iglesia» es algo de lo que se ha hablado y mucho en los últimos años.
Por lo que respecta al colectivo musulmán, la Comisión Islámica de España ha planteado esta petición, entre muchas otras, desde 2001, según su presidente Riay Tatary. Así pues, hace más de 15 años que se habla de la posibilidad de que musulmanes (y otras religiones minoritarias) puedan destinar el 0,7% de sus impuestos a entidades de su confesión. Se habló de la incorporación de esta casilla bajo los gobiernos de Aznar y Zapatero, y en ambos casos pareció que iba a materializarse y que las conversaciones y debates darían pie a una nueva realidad, pero no fue así.
Por otra parte, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) solicitó al Ministerio de Hacienda en enero de 2015 la posibilidad de tener una casilla propia en la declaración de la renta, una petición que fue rechazada. Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal Supremo respaldaron la decisión de Hacienda, afirmando que la Iglesia Católica disponía de un acuerdo con el Estado que data de 1979 mientras que en los acuerdos del 92 con las tres principales religiones minoritarias no se hace mención a este tema.
A día de hoy, sólo existe la posibilidad de marcar la X a favor de la Iglesia Católica, una X que le aporta 250 millones de euros al año. El director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, Javier Herrera García-Canturri, se ha mostrado favorable a extender esta opción al resto de religiones con notorio arraigo, es decir, musulmanes, judíos, evangélicos, mormones, budistas, testigos de Jehová y ortodoxos.
De esta noticia surgen tres debates principales: ¿Es necesario que exista una casilla a favor de las diferentes religiones en un estado aconfesional o debería ser el propio estado quién decidiera donde destinar esos impuestos? ¿Todas las religiones disponen de las estructuras necesarias para administrar estos fondos? Y por último, ¿Por qué sigue existiendo tanta dificultad para extender ciertos derechos a todas las religiones?
Las estructuras actualmente están basadas en el reconocimiento total de una religión mayoritaria, la católica, y una relación más bien insuficiente con el resto de las confesiones. Más allá del debate sobre la casilla en la declaración de la renta, son realmente preocupantes las dificultades que tienen las religiones minoritarias en la celebración de ciertas prácticas religiosas (como la organización de funerales o la construcción de templos).
Esto da lugar a un problema más grave de lo que puede parecer, y es que, no existe reconocimiento de la pluralidad religiosa en España. A pesar de que a menudo se habla de religiones con notorio arraigo, se sigue refiriendo a ellas como si fueran religiones que no practican los ciudadanos españoles, habiendo 1,9 millones de musulmanes y 1,3 millones de evangélicos en España.
En el contexto social en el que vivimos, centenares de entidades trabajan día a día para garantizar la convivencia entre diferentes comunidades y el reconocimiento de todas las minorías, una tarea imposible si no se cuenta con el apoyo del estado, que debe ser quien impulse y garantice la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos, profesen la religión que profesen, actuando con hechos y no con debates que se alargan décadas sin plasmarse en una medida efectiva.
Miriam Hatibi, responsable del Área de Emprendeduría y Empleo de la Fundación Ibn Battuta