Las personas que seremos
La situación que estamos viviendo a nivel mundial con las medidas adoptadas de confinamiento es inusual y sin precedentes
Hace dos mil años, Epicteto, un filósofo griego de la escuela estoica, nos dejó una reflexión que, en estos momentos, nos puede ser de mucha utilidad: “No somos el resultado de lo que nos pasa, sino de cómo respondemos a lo que nos pasa”. La situación que estamos viviendo a nivel mundial y, en concreto, en España, con las medidas adoptadas de confinamiento, es inusual y sin precedentes anteriores. Lo que nos lleva a actuar de manera extraordinaria, es decir, fuera de lo habitual.
No hemos vivido nunca una experiencia parecida, por lo tanto, no sabemos cómo reaccionar ante ella. Nuestra normalidad ya no es la que era y esta es, ahora, nuestra nueva normalidad, aceptarla cuanto antes, nos ayudará a adaptarnos mejor y rápido a la nueva situación. Estamos ante una crisis sanitaria, de salud física pero también mental y emocional. En cuanto a la salud física las medidas a adoptar están claras, las conocemos todos, y, mayoritariamente, las estamos poniendo en práctica.
Respecto a la salud mental y emocional es importante poner el foco en adquirir y manejar los recursos personales adecuados que nos ayuden a sobrellevar el presente y preservar nuestra salud. Afortunadamente, hay numerosos estudios que tratan sobre el comportamiento humano ante un confinamiento continuado.
A continuación, se detallan algunas pautas que nos pueden ser de utilidad para transitar esta situación de la manera más adecuada, entrenar la resiliencia y adquirir nuevos hábitos que nos pueden seguir siendo de utilidad una vez volvamos a la normalidad:
1. Rutinas: Tener “un plan establecido” nos ayuda a sobrellevar el día, a querer llevar ese día adelante. Organizar el espacio y el tiempo da tranquilidad a nuestra mente.
2. Dieta informativa: Es importante dosificar la cantidad y la calidad de la información que consumimos, un exceso de noticias negativas tiene consecuencias importantes en nuestra salud mental.
3. Ejercicio físico: Cuerpo, mente y emociones van de la mano. Es importante asignar un tiempo específico para mantener el cuerpo con actividad.
4. Fases en un periodo de confinamiento: Es importante entender el proceso para poder adoptar las estrategias adecuadas en cada momento.
5. Foco: Cambiar el foco cuando entramos en bucle con pensamientos negativos, di “Basta” y cambia de lugar, de pensamiento o de actividad.
6. Mindfullness: Existen numerosas evidencias científicas de los beneficios de la práctica de mindfullness o atención plena en la salud mental y emocional.
7. Teletrabajo: Integrar el teletrabajo con la convivencia familiar. Asignar a ser posible un espacio y un tiempo determinado.
8. Convivencia con niños: Sacar el máximo partido de la situación y que no se convierta en una fuente de estrés. Dejar que se aburran despertará su creatividad.
9. Convivencia familia/pareja: Establecer normas de funcionamiento en esta nueva situación, desde cómo organizarnos hasta como queremos actuar cuando surjan conflictos.
10. Vida social. Es buen momento para contactar con personas con las que hace tiempo que no hablamos así como de cultivar y cuidar de las más cercanas.
11. Ocio: Asignar un tiempo de ocio diario nos generará emociones positivas y si es compartido reforzará los vínculos.
12. Humor: El humor tiene un impacto práctico sobre nuestra salud mental. Desdramatizar las situaciones nos permite tomar perspectiva y afrontar la situación de diferente manera.
13. Aprendizaje y creatividad: Aprovechar el tiempo para aprender cosas nuevas y desarrollar la creatividad.
14. Dormir: El sueño tiene una importancia fundamental en nuestro tiempo de vigilia, la calidad del sueño impacta en la calidad del tiempo que estamos despiertos. Las pautas anteriores ayudarán a mejorar la calidad del sueño.
Afortunadamente disponemos de tiempo de poner en marcha estos nuevos o no tan nuevos hábitos y de alguna manera el resultado de cómo respondamos a esta nueva situación tendrá mucho que ver con la persona que seremos cuando todo termine.
Escrito por Ernesto Gaspar- Psicólogo y Coach Senior en Key Executive