Las pensiones de Rajoy

El pasado viernes, me entrevistaron en la radio para opinar sobre el enésimo incumplimiento del gobierno de Rajoy: la no revalorización de las pensiones.

Como en otras ocasiones, se me ha preguntado lo mismo de siempre: «¿Hay que tomar medidas como ésta? ¿Podríamos pasar sin?” La respuesta que daría cualquiera que sepa algo de pensiones es contundente: «A largo plazo, el sistema de pensiones es insostenible. Por lo tanto, hay que tomar medidas como ésta e, incluso, más duras «.

Un twit decía que los súbditos se convierten en ciudadanos cuando se les informa y nadie manipula las noticias que reciben. Pues hagámoslo: la decisión tomada el viernes por el consejo de ministros es un parche en una sábana llena de agujeros, muchos de los cuales aún no notamos porque no hace frío.

Dicho de otro modo: el sistema de pensiones que tenemos en España funciona cuando los trabajadores de hoy cotizan. Es decir, ingresan más dinero a la seguridad social del que la institución gasta con los pensionistas. Dejará de funcionar cuando los ingresos sean inferiores a los gastos y, si se observa las tendencias de esperanza de vida y del número de ocupados, no hace falta ser un erudito para ver qué pasará. El último informe que conozco del servicio de estudios del Banco de España, hecho en 2009, ya apuntaba reformas importantes y necesarias en previsión de un gasto que sería insostenible hacia 2045.

Pero esto no es (lo más) malo. Lo peor es que este informe se basaba en unas proyecciones algo optimistas, por decirlo de alguna manera: tasa de paro del 6,2% durante los próximos 40 años, crecimiento del PIB del 1,8% y un incremento de la población por inmigración de casi 11 millones de personas. Comparemos esto con los datos actuales: paro del 25%, el PIB cae el 1,4% y la inmigración se ha reducido en 211.000 personas en los últimos dos años. Creo que habría que hacer una revisión de este estudio. Pero antes de que nos llegue, vea la gráfica de abajo. Imagínese la línea amarilla unos grados más vertical y valore usted mismo qué pasará.

En cuanto a la polémica decisión del Gobierno, hay que decir que la no actualización al coste de la vida (indexación respecto al IPC) es una medida con escassísimo impacto. Según el estudio de Balmaseda, Melguizo y Taguas hecho en 2006, revisar las pensiones a un IPC menos el 0,5% (todos los años hasta 2060) pospondría el déficit tres años, mientras que retrasar la edad de la jubilación cinco años (del 65 a los 70 desde hoy hasta 2060) demoraría el déficit 17 años. La medida actual del señor Rajoy aplazará el problema del déficit de la Seguridad Social…un par de semanas.

Lo que me desconcierta es que, si con este tipo de medidas (cosméticas) hechas con una tijera de cortar las uñas todos se ponen las manos a la cabeza y se rasga las vestiduras, no quiero ni imaginar qué pasará el día que alguien se atreva a coger la máquina de podar y se ponga, de verdad, a hacer reformas estructurales que permitan asegurar la viabilidad del sistema. Estas reacciones sólo pueden provenir de un profundo desconocimiento o del oportunismo demagógico de algunos. Sólo así se explicaría tanto miedo.