Las multinacionales y las cuentas ‘offshore’
Para las grandes multinacionales norteamericanas, las cuentas offshore son parte integral de su estrategia fiscal. Amparadas por el código tributario del país, las ganancias conseguidas a través de sus filiales extranjeras se benefician de un aplazamiento tributario indefinido hasta la repatriación.
Según la agencia de noticias Bloomberg, basada en Nueva York, ocho de las grandes compañías tecnológicas, entre las cuales están Apple, Google y Microsoft, representan alrededor del 20% de los 2.1 trillones de dólares en ganancias que las firmas estadounidenses mantienen fuera de su país. El impuesto corporativo en EEUU sobre ganancias es del 35%; una cifra que casi nunca se aplica, debido a las múltiples lagunas fiscales conseguidas en Washington por los lobbies.
El gigante Apple lidera la lista de cuentas offshore, con 158 billones de dólares en 2014 y un aumento de 58 billones en solo dos años. General Electric no se queda atrás: 119 billones en el extranjero. Pfizer, Inc., y la Merck & Co. son líderes en contabilidad creativa dentro del sector farmacéutico, con 74 y 60 billones, respectivamente. Entre estas últimas es habitual el traspaso de marcas y patentes a sus subsidiarias en paraísos fiscales.
Dado el gran volumen de dinero acumulado en estos lugares, Obama y algunos miembros del congreso propusieron en Febrero una enmienda del código tributario para impedir la impunidad en este tipo de prácticas. Aunque el plan de Obama situaba esta tasa en el 19% –muy por debajo del 35% actual–, la influencia de los lobbies dejó en nada este intento.
Esta cuestión guarda una correlación clara con el desmoronamiento de las infraestructuras nacionales. Según la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE) harían falta unos 3.6 trillones de dólares para modernizar estas infraestructuras en el 2020. No es un secreto para nadie que las vías ferroviarias, puentes y carreteras de EEUU están muy deterioradas. Se estima que la mitad de las vías del país, 65.000 viaductos, importantes presas y diques necesitan una seria reparación.
Esta claro de que las vacaciones tributarias de las multinacionales no salen gratis al país. En otras palabras, la reducida tasa de impuestos corporativa es subsidiada por el deterioro de activos nacionales de suma importancia. Algo que va en perjuicio de la vida cívica y el desarrollo sostenido.
Rosy Milene Meza es abogada y doctora en jurisprudencia estadounidense