La vida te da sorpresas

En Madrid van de sorpresa en sorpresa, como la que ha causado las formas suaves, con contenidos pero sin concesiones de Gabriel Rufián, que sigue la estela de Joan Tardà, de formas más contundentes, pero de una grande bonhomía personal y sinceridad que es apreciada por todo el arco parlamentario.

Otra sorpresa es la acción de Gobierno de Oriol Junqueras, que quizás algunos esperaban llena de dialéctica para la galería, y se encuentran con una acción enfocada sin engaños hacia el Estado propio, pero que a la vez aborda el día a día desde la cruda realidad.

Y esta es muy cruda. El acceso por primera vez de un republicano a Hacienda ha permitido descubrir la magnitud de la tragedia. 36 años de gobiernos autonomistas, de los cuales 29 de CiU y sólo 7 de izquierda catalanista con enormes complejos para usar a fondo el exiguo poder que daban las competencias autonómicas.

A diferencia de otras autonomías, donde el Gobierno de fuerzas políticas sucursales provoca la paradoja que estas usan y abusan sin complejos el margen de autonomía que disfrutan, mientras en Cataluña parece que se haya ido con el freno puesto. Dos ejemplos que claman al cielo: Cataluña es la única Comunidad sin ley electoral propia; y es de las pocas autonomías que tiene cedida la función recaudatoria de los exiguos impuestos al Estado.

Y todavía más, según se ha podido saber estos días: la poca capacidad sancionadora de la inspección fiscal se ha ejercido a la baja. Y no creo que sea para compensar el abusivo celo de la Agencia Tributaria española en Cataluña en comparación con otros territorios del Estado, donde ni se inspecciona tanto, ni las inspecciones acaban con resoluciones tan onerosas para el contribuyente.

Yo diría más bien que es fruto de aquella actitud expresada ya por Miquel Roca, cuando en plena negociación por el Estatuto se rechazó el concierto económico por los riesgos de desgaste que comportaba tener que sancionar a los propios contribuyentes. Que se desgasten los otros.

Entonces, más vale decirlo claro de una vez para que nadie se engañe: ni siquiera en los últimos años de Gobierno de centro derecha nacionalista se activaron las políticas para poner fin a estos vacíos clamorosos. Y está claro que es mucho más complicado pasar del cero a la independencia que del uno, del dos o del mil.

Por todo esto, el encuentro de Junqueras con De Guindos y el próximo con Montoro se tienen que entender como una acción obligatoria, mientras tengamos carné de identidad español, de exigir al Estado que cumpla sus obligaciones con estos siete millones de ciudadanos que viven al nordeste de su estimada España unida.

Veamos la situación económica de la Generalitat (institución del Estado), los vencimientos de créditos y las necesidades de financiación. El 23 de febrero la Generalitat solicitó 700 millones del anticipo de la liquidación de este ejercicio, que sube a 1.407 millones, para hacer frente a la paga extra de verano de los funcionarios catalanes. El Gobierno de la Generalitat ha anunciado que tiene previsto pedir a Hacienda un total de 7.520 millones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para cubrir las necesidades crediticias del 2016.

El vicepresidente del gobierno catalán y conseller de Economía, Oriol Junqueras, instó al ministro de Economía Luis De Guindos, en su encuentro, a dejar la relación financiera al margen de la polémica política. La reunión fue cordial y sirvió para intercambiar impresiones sobre asuntos internacionales, como la situación de los mercados financieros, las novedades del Eurogrupo o bien el debate alrededor de la hipotética salida del Reino Unido de la UE, el llamado Brexit.



En cuanto a Cataluña, parece que De Guindos mostró su apoyo a la demanda de Cataluña que pudiera reemplazar la deuda a corto plazo por deuda a largo plazo para mejorar su situación financiera. El ministerio de Economía podría hacer un informe favorable para que Cataluña pudiera emitir deuda a largo plazo con este fin. En este sentido, la Generalitat tiene pactada con un grupo de bancos una emisión de este tipo de deuda y pretende que esta pase a formar parte del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).



Así pues, parece que Junqueras sigue los pasos de Alex Salmond: demostrar que con una vocación netamente independentista hay que mostrar el máximo buen gobierno exprimiendo todas las posibilidades de la autonomía; y siempre al servicio de la mayoría social y, por lo tanto, con un marcado perfil social.

Conozco a mucha gente de su equipo, como el ingeniero Lluís Salvador, con la cabeza muy bien amueblada, y los jóvenes pero experimentados economistas Josep Maria Jové, Albert Castellanos, Francesc Iglesias y Pere Aragonès, con quien tuve el placer de colaborar cuando fui diputado y portavoz de ERC (1995-2004) en temas económicos; y más tarde con algunos de ellos en la consellería de Comercio, Turismo y Consumo, y en la de Innovación, Universidades y Empresa (2004-2010).

Gente solvente, rigurosa y de perfil socialdemócrata, pero lejos de la socialdemocracia mayoritaria en Europa y España, que está vendida a los oligopolios y lejos de las pymes y de los trabajadores.