La victoria de la CUP

Con solo diez diputados y sin estar en el Gobierno, los catalanes lo tienen claro y ven que la victoria de la CUP ha sido clara al dirigir el 'procés'

Las encuestas sobre intención de voto, en el caso de unas elecciones como las que tendrán lugar en Catalunya el próximo 21 de diciembre, hoy por hoy son confusas. Es lógico, entre otras razones porque aún se desconocen las candidaturas que se presentarán a estos comicios, si existirá o no una coalición independentista y quién la encabezará, y sobre todo qué ocurrirá, en esta tan cambiante y acelerada sucesión de acontecimientos, hasta el mismo momento de la votación. Nada está claro y todo puede suceder, desde una simple renovación de la situación dada desde las elecciones del 27S hasta una ampliación de la mayoría secesionista, sin olvidar en modo alguno la pérdida de esta mayoría tanto en votos como también en escaños.

Existen otros datos demoscópicos que son mucho menos alterables. Según la última entrega de GAD3 para La Vanguardia, solo el 20,2% de los ciudadanos de Catalunya se sienten solo catalanes y el 21,1% se sienten más catalanes que españoles, mientras que el 42,6% se sienten tan españoles como catalanes, el 5,1% más españoles que catalanes y el 4,9% únicamente españoles. Como sentimiento único o preferente, la catalanidad abarca al 41,3% y la españolidad el 10%, pero el 42,6% se siente con una identidad plenamente dual, es decir tan española como catalana. El 66,6% de los sondeados se siente en su propio país cuando viaja al resto de España. Evidentemente estos no son unos buenos datos para el independentismo, aunque son una constante apenas alterable en todo tipo de encuestas desde hace muchos años.

La CUP ha dirigido el proceso soberanista, a juicio de la mayoría de los catalanes encuestados, sin estar en el Gobierno

Tampoco son buenos datos para los secesionistas que el 41,2% de los encuestados piensen que el actual proceso independentista acabará con la vuelta a la legalidad democrática, el 36,2% opina que se iniciará un proceso de negociación entre la Generalitat y el Gobierno de España para resolver el conflicto, solo el 15% considera que se llegará a la independencia y un residual 8,7% piensa que la autonomía quedará suspendida por un periodo indeterminado. En el terreno de los deseos, el 36,2% apuesta por la negociación, el 28,2% por la independencia, el retorno a la autonomía el 25,2% y el 4% por la suspensión autonómica. Es evidente que tampoco son resultados halagüeños para el secesionismo.

Otros datos del mismo sondeo son asimismo adversos para quienes siguen sosteniendo la apuesta independentista. El 67,9% considera que este proceso ha afectado a la convivencia en Catalunya, el 58,3% que Catalunya ha salido perdiendo con este proceso y el 54,5% opina que la imagen exterior de Catalunya ha empeorado. Todavía más, el 61,3% cree que si fuese proclamada la República Catalana quedaría fuera de la Unión Europea.

La identidad dual es la que prevalece, con una mayoría que se siente tan catalana como española

El 67,2% opina que la economía catalana se ha resentido en las últimas semanas tras la voluntad de declarar la independencia; el 38,9% cree que la fuga de empresas de Catalunya afectará a corto plazo a la economía catalana y el 25,5% cree que lo hará también a largo plazo. El 44,4% opina que la situación económica actual en Catalunya es regular, mientras el 30,3% cree que es mala y el 23,9% la define como buena, aunque el 32,6% opina que será mejor el año próximo, el 27,6% cree que será igual y el 24,3% opina que será peor. En cuanto a la situación política catalana actual, el 60,3% cree que es mala, el 28,8% la considera regular y el 9,6% la define como buena, y el 46,1% cree que el próximo año será mejor, el 25,9% que será igual y el 17% opina que empeorará. Tampoco son todos estos datos nada satisfactorios para el movimiento independentista, tanto a corto como a medio plazo.

Por último, un dato que considero particularmente significativo: el 41,6% de los encuestados opina que todos los partidos secesionistas –ERC, PDECAT y CUP- han liderado este proceso independentista, aunque el 6% opina que quien lo ha dirigido ha sido el PDECat, el 12,2% cree que el partido que lo ha liderado ha sido ERC, y nada más y nada menos que el 26,5% afirma que ha sido la CUP.

Conviene recordar que la CUP no ha ocupado ningún cargo ni en el Govern de la Generalitat ni en la Mesa del Parlament, ni tan siquiera en la dirección de la Assemblea Nacional Catalana o de Òmnium Cultural, y por tanto esta formación antisistema, anticapitalista, antieuropeísta y antiatlantista no tiene a ninguno de sus integrantes preso ni instalado en Bruselas, ni tan solo investigado judicialmente. Como mínimo resulta curioso, pero con sus solo diez escaños en el Parlament, la CUP aparece por ahora, sin duda alguna, como la única fuerza política catalana clara y rotundamente vencedora

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