La vía intermedia y el catalanismo
Muchas plataformas y partidos políticos pretenden constituir una vía intermedia entre soberanistas y catalanistas
Una vez que ERC ha convencido al PSOE con argumentos de aritmética parlamentaria para constituir la mesa de negociación, puede desplegarse la denominada ‘tercera vía’ iniciada desde el independentismo y el socialismo pragmático.
La iniciativa del Gobierno español de presentarse en el Palau de la Generalitat con 44 puntos para negociar, muy similares a la relación que presentaron Artur Mas y Carles Puigdemont en la Moncloa, permite visualizar que la tercera vía puede llegar a realizarse, en el caso de que haya pacto en la negociación.
Con este movimiento, los diferentes partidos y plataformas políticas del entorno catalanista como Units per Avançar, Portes Obertes al Catalanisme, Lliga Democràtica, Convergents, Converses Catalunya, El Pais de Demà o Lliures se verán en la obligación de reorientar sus estrategias.
El reajuste va a permitir visualizar –potenciado por las circunstancias– cómo se van a ir trazando los acuerdos entre ellos para presentarse a las próximas e inminentes elecciones. Todas estas plataformas y partidos políticos pretenden constituir una vía intermedia entre soberanistas y catalanistas.
Este planteamiento ha sido acertadamente definido por Josep Martí Blanch sobre la base de generar un punto de encuentro que sea superador de las diferencias.
Un punto de encuentro entre aquellos independentistas que tienen la capacidad de ser críticos sin dejar de ser independentistas y aquellos catalanistas que siguen apostando por una solución con España para hacerla evolucionar hacia las reformas, sin exigir la ruptura.
La vía intermedia entre catalanistas y soberanistas puede cambiar la suerte de las próximas elecciones
Será una vía intermedia entre soberanismo y catalanismo para lograr retornar a un espacio de reivindicación y compromiso responsable que defienda los intereses de los catalanes; un esfuerzo por lograr encontrar un marco de reconciliación entre dos mundos que no hace mucho estaban enfrentados.
El objetivo sería, no solo entrar en el Parlament de Cataluña, sino condicionar e impulsar al independentismo y al constitucionalismo a facilitar políticas basadas en las necesidades concretas de los catalanes.
Este nuevo proyecto político de centro planteará la batalla en el modelo de sociedad que se está construyendo en ámbitos como la sanidad, la educación, las infraestructuras, la cultura o los medios de comunicación públicos.
En definitiva, será una tentativa para dotar a los electores de un mayor pluralismo político. El objetivo es, como ha indicado el periodista Rafael Pradas de Portes Obertes, conseguir la unidad civil, evitar la confrontación que vive la sociedad desde hace una década.
Para lograr poner en marcha esta vía intermedia y que pueda llegar a constituirse como partido político de cara las próximas elecciones autonómicas será necesario lograr forjar un espacio de unidad que rompa con los protagonismos estériles que impiden los avances hacia la necesaria unidad, lograr identificar un candidato que asuma con garantías el liderazgo de la nueva formación política, profesionalizar sus equipos de trabajo para lograr un mejor arraigo territorial y mediático, y elegir el momento para dar el paso definitivo para presentarse.
La vía intermedia entre catalanistas y soberanistas parece la más sólida de las opciones para cambiar la suerte de las próximas elecciones, donde el independentismo puede llegar a lograr la mayoría parlamentaria y la mayoría en número de votos.