La unión hace la fuerza

A la tercera, parece ser, que efectivamente ha ido la vencida y Foment y Pimec tienen ya un documento que recoge su compromiso de avanzar hacia la unidad orgánica, con los papeles muy claritos sobre cómo han de repartirse su presencia en los órganos de gobierno, que viene a ser casi siempre lo sustancial. 

Falta, no obstante, lo más complicado, que ese diseño tome cuerpo y sea asumido por todas y cada una de las organizaciones territoriales y sectoriales. Ahí estará la verdadera prueba del nueve. Los defensores de este matrimonio parten de un argumento incontestable: la unión hace la fuerza y la nueva patronal será más fuerte y tendrá más capacidad para defender las estrategias de los empresarios ante las administraciones y la opinión pública. 

Por el contrario, siempre habrá quien crea que este proceso eliminará pluralidad entre las voces del empresariado y una cierta y sana –a veces- competencia. Tal vez, pero como ustedes saben, no están los tiempos para mucha lírica.