La textil Vanity Fair enjuga pérdidas

La sociedad Vanity Fair Europe (VFB) ha reducido su capital de 5,5 a 2,5 millones de euros para restaurar el equilibrio patrimonial. Con esta medida, soslaya la causa de disolución en la que estaba incursa debido a las fuertes pérdidas. Los gestores aseguran contar con el total apoyo del accionista, el grupo estadounidense Fruit of de Loom.

La firma tiene su sede en l’Hospitalet de Llobregat. Dispone de varios corners en centros comerciales y de una veintena de tiendas en España, tras el cierre de varios establecimientos que no alcanzaban la rentabilidad mínima. En los últimos meses, la cadena ha experimentado cambios notables y ha sustituido los rótulos Vanity Fair por una nueva enseña comercial, que a partir de ahora es Tulip.

La compañía comercializa moda íntima para mujer, en particular corsetería y baño, con las marcas Belcor, Lou, Gemma e Intima-Cherry, entre otras. El giro comercial que ha impreso la dirección es el enésimo intento de situar la empresa en la senda de la rentabilidad, que desde hace años atraviesa una dura fase recesiva.

En 2012, la facturación consolidada de VFB se desplomó de 42 a 33 millones de euros. Casi un tercio provino de las exportaciones. Las ventas de prendas para el baño, que representaban el 19%, escalaron hasta el 31%. El resultado neto se mantuvo invariable en torno de los 12 millones negativos. La plantilla se redujo de 620 a 548 personas. De VFB dependen sendas empresas subsidiarias en Italia, Bélgica, Portugal y Túnez. Todas ellas perdieron dinero.