La silla eléctrica del Consejo Intertextil

Ha suspendido pagos la firma Texdam, de Sabadell, dedicada a la fabricación de tejidos de género de punto y forrería. La propia empresa ha solicitado al juzgado la liquidación de sus negocios. De esta forma se pone fin a una sociedad que se mantenía en pie desde hace más de setenta años y que hoy está en manos de la tercera generación.

El propietario de Texdam es José Casas Bedós (hermano del político de UDC Jordi Casas), que lideró el Consejo Intertextil Español entre 2007 y 2009. Esta organización es la gran patronal del sector y agrupa a todas sus asociaciones y gremios. Actualmente está presidida por el industrial barcelonés Alejandro Laquidain, titular de una firma de encajes con planta en Argentona.

Se da la singular circunstancia de que varios predecesores de Casas en la cúpula de Intertextil se vieron inmersos en trances judiciales similares por el fallido de sus respectivas empresas. La cima de la patronal devino así una especie de “silla eléctrica” que todo quisque temía y trataba de soslayar.

Así, en 2004, el jefe de la patronal Amadeo Cazador hubo de llevar al juzgado los estados contables de su empresa Tintes Viscolán. Cazador dimitió de Intertextil y Viscolán fue a la liquidación. En Intertextil le sucedió el empresario Adrià Serra, pero dos años después, su firma Grup Textil Dresca se desmoronó y se vio abocada a la insolvencia. También fue liquidada.

En 2007, ascendió a la presidencia de Intertextil el antes citado José Casas. Se mantuvo en el cargo hasta 2009, cuando anunció que no renovaba para centrarse en el salvamento de sus negocios textiles. Le sustituyó Ángel Asensio durante un par de años y a éste, Alejandro Laquidain. Las vicisitudes de la gran patronal vienen a reflejar las del ramo, sometido a una criba feroz en las sucesivas crisis económicas de los últimos tiempos.