La revolución laboral en marcha
Nos enfrentamos al gran desafío de la formación de profesionales, que se quedan obsoletos debido a la velocidad de desarrollo de las nuevas tecnologías
Me van a permitir que comience este artículo con una autocita. El siguiente párrafo es un fragmento de mi intervención en el Congreso sobre ‘Redes y Territorio’ celebrado en la Complutense en setiembre pasado:
“La mayoría de empresas y sectores se reconocen abrumados ante la cantidad y variedad de tecnologías emergentes que han surgido. Salvo para las grandes empresas, disponer de una estructura técnica suficiente será poco menos que imposible.
En los próximos años, el 40% de los profesionales de servicios en Estados Unidos serán autónomos
De ahí el crecimiento de los freelances, profesionales independientes que trabajan para proyectos e intervalos temporales determinados. Se estima que en los próximos años, el 40% de los profesionales de servicios en Estados Unidos serán autónomos, lo que supone solamente uno más de los grandes movimientos que está causando el nuevo ecosistema económico.
Las distintas economías nacionales se enfrentan al gran desafío de la formación de profesionales, que de repente se quedan obsoletos debido a la velocidad de desarrollo de las tecnologías emergentes.
Se requieren miles de capacitadores especializados y también nuevos programas educativos en todos los niveles, ya sea dentro o fuera de la educación regulada y oficial. Los territorios que identifiquen antes la necesidad de satisfacer esta demanda habrán dado un paso importante en su competitividad.”
Hace tan solo dos meses, se creó en A Coruña la plataforma Hack a BOS con el objetivo de formar y colocar programadores
Estos días tuve la oportunidad de contrastar con la realidad la facilona profecía de septiembre. Hace tan solo dos meses, se creó en A Coruña la plataforma Hack a BOS con el objetivo de formar y colocar programadores especialistas en los nuevos lenguajes y aplicaciones.
Empezaron en una oficina de unos 50 metros cuadrados y en cuestión de semanas, han tenido, primero, que duplicar superficie, inmediatamente que cuadruplicar y ya han apalabrado un local de 500 metros a añadir a los 200 que están utilizando a plena capacidad.
La demanda de los alumnos ha superado todas las expectativas. Pero especialmente impresionante ha sido la respuesta de las empresas, que han solicitado a la nueva plataforma más de 500 perfiles profesionales.
El plan de Hack a BOS es el de disponer de programadores en cuatro estadios: en formación, en proyectos internos, en proyectos externos y contratados en empresas ajenas aunque trabajando en sus instalaciones.
Estamos hablando de un modo distinto de trabajo en el cual la flexibilidad se revela el concepto crítico. En una misma mesa (mesa definida como ‘mueble colectivo’; no verán en sus instalaciones ninguna ‘mesa individual’), se sentarán personas pertenecientes a distintas organizaciones que se relacionarán entre sí y, sobre todo, con equipos y colegas situados en cualquier punto del planeta.
Flexibilidad, en efecto: de localización, de horario, de titulación, de origen, de retribución… Y enseguida, habrá que interiorizar los conceptos de colaboración y redes (a partir de ahora, siempre redes). Toda esta revolución en marcha va a exigir la revisión de la legislación y las políticas de formación.
Una nueva reforma laboral
El Gobierno de Sánchez valora derogar la última reforma laboral aprobada por el ejecutivo de Rajoy. Una modesta sugerencia: pónganse a redactar una norma nueva que contemple las nuevas circunstancias.
Con todas las garantías para el trabajador, por supuesto, pero asumiendo que el funcionamiento del mercado está cambiando de manera significativa. No vaya a ser que, como tantas otras veces, la realidad les pille con el paso cambiado…