La próxima burbuja

El modelo de la Universidad de California (UCLA) que algunos quieren para Catalunya contiene lagunas. Lagunas importantes. Algunas tan importantes, como por ejemplo quién pagará la factura del sistema.

El sistema americano de enseñanza superior es excelente en muchos sentidos: En el número de premios Nobel, en indicadores de búsqueda y en transferencia de conocimiento a las empresas. Aun así no es perfecto y últimamente está saliendo a la luz el principal desequilibrio.

¿Cómo se financia todo esto? ¿De dónde sale el dinero para pagarlo? Algunos defendemos que debe ser el estado quién fomente la educación superior, quien estimule la búsqueda y la innovación y quien traiga la voz cantante en la acumulación de capital humano (como se denomina técnicamente en economía). Lo argumentamos con modelos de crecimiento como el de Robert Solow (Nobel, 1987), o el de estudios de otros países que han tenido éxito como el caso de Corea del Sur o Noruega y que demuestran las externalidades positivas y la mejora de la calidad de vida a largo plazo.

Otros defienden una idea parecida a la de los peajes de las autopistas: Quien no pase por la autopista (universidad), que pague sin la subvención del estado (actualmente alrededor del 75%). Por lo tanto, la factura tendría que ir a nombre del estudiante y nos proponen el modelo americano. Pues bien, mirémos qué les pasa.

En EEUU lo resuelven de la siguiente manera: si tienes dinero, pagas la matrícula (entre $9.000 de la universidad pública y los $60.000 por año de la privada). Si no tienes dinero, puedes pedir un préstamo en condiciones preferentes, y cuando acabes la carrera ya lo volverás. Al fin y al cabo, eres tú quien recibirás los beneficios de tu título, ¿no?

Parece lógico y evidente pero… ¿y si no logras el título? ¿Y si trabajas en un sector como las ONG en que los salarios no son tu principal retribución? ¿Y si quieres montar tu propia empresa y estás unos cuántos años sin «cobrar un sueldo»? ¿Y si al final de todo, por cualquier motivo (lesiones físicas, cierre de empresa) acabas sirviendo mesas en una cafetería?

Esta es la situación de Michael Di Pietro, de 25 años, estudiante de Brooklyn que se licenció en Artes Escénicas y que ha acumulado una deuda de $100.000. Quien todavía tiene más dificultades es el estudiante de medicina Thomas Smith de New Jersey, también de 25 años, que ahora que ya está graduado debe $310.000, pero en estos momentos tiene muchas dificultades para encontrar un trabajo y no sabe cómo llegar a final de mes. Un caso similar es el de la graduada en derecho Christine Mijos, de Mineapolis, que tiene que pagar $1.400 al mes para volver el préstamo de estudios que pidió, una cantidad superior a la que cobra como empleada de una ONG.

¿Hay muchos americanos así? Aproximadamente dos tercios de los graduados americanos acabaron su carrera con un préstamo de estudios, de media unos $25.000. Un 10% deben más del doble ($54.000) y un 3% deben por encima de los $100.000. Dicho así, tampoco parece ninguna burbuja, ¿verdad? Pero la foto global es más preocupante. Los exalumnos americanos deben más de 1 billón de dólares en préstamos por estudios. Mientras todos las otras deudas se van reduciendo (especialmente el inmobiliario), ésta no para de crecer y ya ha superado por primera vez en la historia la deuda conjunta de todas las tarjetas de crédito de los EEUU (en 2010) y también ha superado la deuda conjunta de los créditos para comprar un automóvil (en 2011). Internacionalmente, esta cifra es equivalente a toda la deuda pública actual (en 2012) del Estado español (unos 800.000 euros).

¿Y cómo se ha creado esta burbuja? ¿Desde cuándo pasa esto? Pues desde no hace mucho. De hecho, los precios de las matrículas han aumentado casi el 100% en los últimos 10 años, coincidiendo con la reducción de las aportaciones públicas (¿os suena?). Paradójicamente, el coste por estudiante del sistema (público) americano ha sido lo más bajo en los últimos 25 años.

Esta es la próxima burbuja. ¿Es este el camino que tenemos que seguir en Catalunya/España? Pensémoslo bien.

Más información en:

Higher Education and Debt: Another Perspective, Huffington Tabla, Nunca, 2012

Student loans could cordero the next economic ‘debt bomb’, Mar, 2012

Student Loan Debt Rises as Mosto Other Debt Falls, OS News, Siete, 2012

A generation hobbled by debt
, The New York Times, Nunca, 2012