La precampaña le sienta bien al PSOE
Mientras los otros partidos buscan situar la campaña en el conflicto catalán, el PSOE busca que la mirada de los ciudadanos vaya más allá del voto
Nada perturba más a la estrategia política que el reconocimiento ciudadano de que los escenarios proyectados no son viables ni pueden llegar a cumplirse. Nadie reconoce que las elecciones avanzadas al 28 de abril era una posibilidad que nadie deseaba en el seno de los partidos políticos.
La historia encierra una gran lección: constatar que no son sus protagonistas quienes la escriben sino aquellos que, desde una cierta lejanía, relatan y dan sentido a lo que ocurrió. Dicho de otro modo, todo adquiere lógica cuando se han producido los acontecimientos, nunca mientras se están produciendo.
Ciudadanos empieza a comprender que si queda en tercera posición puede verse fuertemente debilitado
Mientras los acontecimientos se precipitan, ni siquiera la demoscopia es capaz de arrojar luz sobre lo que está sucediendo, tal y como desearían los protagonistas políticos. Ahora sabemos que el independentismo político, que provocó el adelanto electoral con su negativa a los presupuestos, teme y, a la vez, ansía una España que festeje con banderas españolas en los balcones la unidad territorial.
El PP observa con preocupación, tras celebrar el adelanto electoral como un triunfo propio, que la división del voto de la derecha puede llegar a hacerles perder, al bloque de la derecha, hasta 25 escaños, según indican algunas encuestas.
Ciudadanos empieza a comprender que si queda en tercera posición, tras el PSOE y el PP, su partido puede verse fuertemente debilitado al quedar atrapado en el bloque de la derecha, de manera que el PP puede ir canibalizando a su partido.
El único partido donde los hechos juegan a su favor es el PSOE
Una realidad que ya ha podido vivir Podemos con el PSOE. A todos ellos, los hechos de las últimas semanas les está llevando a pensar que, probablemente, su situación tras las elecciones no será la mejor.
El único partido donde los hechos juegan a su favor es el PSOE, pues su operación diálogo ha sido más efectiva y determinante para establecer un plan efectivo para reconducir el independentismo hacia posiciones más moderadas en sus exigencias.
El resultado del gobierno de Pedro Sánchez, durante estos pocos meses, es percibido como más productivo que el gobierno de dos años del PP, muy tocado y debilitado por los casos de corrupción y la mala gestión del 1 de octubre.
La debilidad del PSOE
Las políticas propuestas en terrenos como derogar ‘la ley mordaza’, la universalización de la sanidad, la ampliación del sistema de becas o la aprobación del decreto de igualdad, fijan en el ánimo de los electores que Pedro Sánchez ha logrado imponer una agenda social que tendrá consecuencias en los ciudadanos, si éstos lo votan.
Mientras los otros partidos buscan situar la campaña en el conflicto catalán, el PSOE busca que la mirada de los ciudadanos vaya más allá a la hora de depositar su voto.
Los hechos permiten establecer que todos los partidos han basado su estrategia en mostrar la debilidad del PSOE cuando los hechos, tras los primeros días de precampaña, corroboran que solo el PSOE tiene actuaciones concretas que pueden ser valoradas positiva o negativamente por los electores.
Ahora todos saben que el PSOE está en mejores condiciones de seguir gobernando que, cuando gobernando, todos lo veían en manos del independentismo.