La política, la tecnología y el ser humano
La tecnología puede convertirse en un arma de destrucción masiva para el intelecto humano
Según la Real Academia Española, el término ‘política’ tiene nada más y nada menos que una docena de acepciones que nos hablan de lo público, de la gestión, de doctrina, de cortesía, de afinidad, de urbanidad, de opinión, de asuntos públicos, de directrices e incluso de arte.
Vaya por delante que en el único partido en el que he militado y milito, virtual y potencialmente, es en el PDSC – Partido del Sentido Común -. El sentido común, seguramente la última frontera del ser humano, algo que nos debería distinguir del resto del reino animal fruto sin duda de la razón.
Con los medios adecuados cualquiera puede suplantar nuestra cara y nuestra voz
Se suele decir que el sentido común no es el más común de los sentidos y tengo que reconocer que es verdad. En plena época y vigencia de la posverdad seguramente muchas personas ven mermada su capacidad de razonar y de obtener el fruto del sentido común con una torrente constante de informaciones manipuladas con intenciones no siempre lícitas.
Aquí es donde aparece la tecnología como arma de destrucción masiva para el intelecto humano, un clic de distancia nos puede convertir en lobos o en corderos adhoc a los intereses de terceros.
Hace un par de meses en una conferencia Jorge Dezcallar, exembajador en EE.UU, Marruecos y El Vaticano, y también exdirector del CNI, nos daba cuenta del nivel de manipulación a la que podemos ser sometidos a través de los medios tecnológicos.
Ni siquiera viendo imágenes donde podemos ver y escuchar a una persona realizando todo tipo de afirmaciones podemos estar seguros de que ha sido él quien las ha realizado.
La amenaza de la tecnología
Con los medios adecuados, que por suerte aún no están al alcance de cualquiera, pero que sin duda lo estarán, pueden suplantar nuestra cara y nuestra voz y hacernos decir lo que quieran que digamos.
Es tiempo de armarse contra esta nueva amenaza y se resistirnos con uñas y dientes a la manipulación, seguramente para ello y una vez más necesitamos saber y estar dispuestos para aprender en todas las áreas de la vida y especialmente en la tecnológica.
No queremos ser ni lobos ni corderos, queremos ser personas, queremos ser seres humanos.