La política en sus límites
Tan negativo es plegarse a los caprichos de la justicia sin crítica a sus decisiones como dar por sentado que éstas no afectan tus planes de diálogo
La decisión del Tribunal Supremo determinando la inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, sumado a las declaraciones de Margarita Robles asegurando que no ocurre nada si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con un presidente inhabilitado como diputado, y sumado también a que tampoco ocurre nada por el hecho de ser inhabilitado, permite observar que la política española ha entrado en la fase de seguir avanzando mirando a otro lado para intentar completarlo.
Todo es posible porque nada parece imposible para poder hacer encajar las piezas del puzzle catalán.
La importancia de lo sucedido el pasado jueves estriba en que hay que acostumbrarse a aceptar que las piezas no encajarán y llegar a convencerse al mismo tiempo de que se ha conseguido completar el puzzle.
Tan negativo es plegarse a los caprichos de la justicia sin crítica alguna a sus decisiones como dar por sentado que éstas no deben afectar tus planes de diálogo con el independentismo político. Si acaso son decisiones molestas que hubiera sido mejor evitar.
Los políticos que han de hacer efectivo el necesario diálogo para alcanzar acuerdos que permitan sortear el impulso de los independentistas dispuestos a romper con España, empiezan a sentirse incómodos ante las declaraciones de Josep Lluís Trapero, las entrevistas con mensaje de Oriol Junqueras y las salidas de tono de Carles Puigdemont mientras programa su llegada a Perpiñán como acto electoral.
Si se pudiera empezar desde cero, los actuales negociadores lo harían. Todos ellos llevan meses preparándose para sentarse en la mesa de negociación pero no para tantas contradicciones que limitan el alcance de sus objetivos.
La política en sus límites pone en marcha extrañas parejas políticas
La impresión generalizada es que todo este gran fallo de raccord político es como llevar un reloj en un plano y que éste desaparezca en el siguiente plano; en el momento en que se le pregunta la hora al protagonista, solo se puede resolver empezando a rodar el film desde el principio.
En este caso, sería necesario reiniciar, emprender una nueva política que sería algo así como acelerar las elecciones autonómicas, unas elecciones autonómicas donde triunfará ERC.
La política en sus límites pone en marcha extrañas parejas políticas, argumentos que antes se combatían y ahora se aceptan, encuentros políticos que nadie deseaba y ahora no se pueden evitar y, sin embargo, resulta estimulante pensar que todo vale, igual que para ganar una guerra, para ganar una paz.